En los tiempos que corremos, encontrar un político con cerebro sigue siendo más difícil que hallar una aguja en un pajar. Pero, pese a todo, el milagro sigue siendo posible, es el caso de José Luís Martínez Almeida que, como alcalde de Madrid, anoche nos dio un soberana lección de humanismo, civismo, lealtad y altura de miras en su aparición en el canal Trece de televisión. Hombres como Almeida son los que consiguen que, pese a todo, por momentos, sigamos creyendo en el mundo de la política, algo que, en manos de los descerebrados que nos gobiernan es tarea totalmente imposible puesto que, analiza uno sus malas artes, peores ideas y malditas acciones y, de repente cualquiera quiere marcharse de este país antes que soportar a esta caterva de desaprensivos.

Como digo, tuvo que ser José Luis Martínez Almeida el que, con sus acciones, más que con sus  palabras, nos alentó y nos llenó de esperanza, tanto a los aficionados a los toros como a todos los madrileños en general, un mensaje que hicimos nuestros cualquiera de los españoles de bien que nos cupo la fortuna de escucharle y, lo que es mejor, comprobar cómo ha sido su actitud ante la cruel pandemia que nos azotó, la que sigue coleando y la que él afrontó con desmedido afán, responsabilizándose de toda la problemática, incluso el horror que reinó en Madrid y en el que él fue una parte activa pisando la calle y viviendo los problemas de los madrileños y, muchas veces, hasta el horror que sufrió Madríd ante la epidemia maldita.

Resultó emocionante escuchar a Martínez Almeida al respecto de los toros, algo que nos fascinó por completo. Pensar que, esa pandilla de desaprensivos que tenemos en el gobierno en que, los toros, como han demostrado, les importan tanto como a mi las gallinas de mi corral, que el alcalde de Madrid rompiera una lanza a favor de los toros resultó emocionante que, como él dijera, pese a las circunstancias que nos rodean, luchará hasta la saciedad para que los toros vuelvan a Las Ventas, la plaza santo y seña del toreo del mundo. Y no es que hablara como aficionado que, como me consta,lo es; habló en calidad de alcalde para defender los derechos de todos los madrileños y, como se sabe, los toros son un puntal importantísimo para el pueblo de Madrid, amén de los millones que aporta al Estado de España una fiesta tan maravillosa como la que defendemos.

Fantástico resultó el repaso que Martínez Almeida hizo de los políticos del gobierno, centrando su atención con el mentiroso de turno y con el indeseable llamado Pablete que, se autonombró responsable de todas las residencias de Ancianos de Madrid, no visitó ninguna y no se enteró de nada. Lo mismo que cuando e Ayuntamiento y la Comunidad construyeron el hospital de Ifema en un tiempo record, los salvadores de la patria ni acudieron. Digamos que, Almeida, con sus acciones, más que con sus palabras dejó al descubierto las posaderas de unos indocumentados que solo aspiraban a tener poder para ejerce la dictadura que les sale de los cojones, algo que demuestran a diario.

Repito que, escuchar a Martinez Almeida es una bocanada de aire fresco para e alma de cualquier persona decente, no en vano, las acciones que ha tenido Almeida como responsable de su pueblo son dignas de encomio; pero no lo dijo él, era de todos sabidos porque en los momentos más amargos, Almeida estaba pisando la calle y junto a las personas que más le necesitaban.  Vamos, igualito que en la Moncloa que se pasan el día dictando decretos leyes según sus caprichos y vanidades sin pisar para nada la calle e, insisto mientras los desaprensivos dictaban leyes mortíferas y absurdas, Martínez Almeida recorría hospitales, estaba con los bomberos, con los basureros, en la morgue horrible en la que no acudió nadie salvo él y la señora Díaz Ayuso.

Bien hallado sea usted Martínez Almeida que, con sus acciones nos ha dado una lección importantisima, a su pueblo y, como dijera, a los aficionados a los toros que, pese a tantos criminales que quieren que muera dicha fiesta, seguro estamos que en Madrid, muy pronto habrá todos. Que Dios le bendiga, amigo.