Si alguien presumiera de entender de los entresijos del toreo, con toda seguridad le diría que está mintiendo porque de este asunto no saben ni los propios toreros que, en su gran mayoría son marionetas manejadas por el poder, movidas según los caprichos de los empresarios. Son muchas las traiciones de las empresas a los diestros, especialmente si no son figuras, es el caso de Alberto Lamelas que, como sabemos, el pasado año fue triunfador absoluto en la feria de Teruel junto a Roca Rey y Ginés Marín, creo recordar y les pasó por encima a los dos. ¿El premio con el que se la ha distinguido? La calle, que para eso es grande y amplia.
Si no hay triunfos, los toreros, hasta son capaces de entender su ausencia en determinadas plazas puesto que, si no han triunfado, los empresarios ya tienen la excusa perfecta para prescindir de ciertos toreros. En el caso de Lamelas, como nos ha contado, hasta comprende que no haya sido incluido en Madrid porque el pasado año con la corrida de Escolar, sin posibilidad alguna para el éxito, la mató y salió ileso, no cabía otra cosa. Pero, insisto, pese a todo, Alberto Lamelas contempla la posibilidad de que, si no hay éxito, esa puerta puede cerrarse para el año venidero pero, en el caso de Teruel en que el diestro jienense lleva dos años consecutivos siendo el triunfador de la feria, en esta ocasión no han contado con él.
Como dije días pasados, es mejor fracasar que triunfar; sí, porque el fracaso hasta te auto convence de una determinada ausencia de alguna que otra plaza pero, que seas el triunfador absoluto de una feria y te dejen en la calle, eso tiene tintes canallescos o, lo que es igual, el mundo del toro es una auténtica mentira; una verdad para los señoritos a los que todo el mundo respeta pero, si se trata de un pobre, a esos nos los respeta ni Dios. Le ha sucedido a Alberto Lamelas en Teruel pero, si queremos sangre por doquier la tenemos con Diego Urdiales, triunfador máximo en Valladolid el año pasado y, en esta ocasión, que se joda, han pensado los empresarios, por ser tan buen torero. Aquí no hay que ser buen toreo, hay que ser criado y lameculos de los poderosos porque todo lo demás no importa.
Y si hablamos de Diego Urdiales, cuidado que, como está el toreo ahora mismo, cuando salgan los carteles de Bilbao no podemos llevar una sorpresa de órdago si no le vemos en la Aste Nagusia como ya nos ocurrió el pasado año. ¿Sabían ustedes que, en los últimos cinco lustros, ha sido Diego Urdiales el que más orejas ha cortado en Bilbao y el que más veces ha salido a hombros con dos orejas en un solo toro? Eso tienen un nombre, la podredumbre del mundo del toro con el que premian a los protegidos por las razones que ellos quieran esgrimir porque, reitero, los triunfos verdaderos no sirven para nada.
Fijémonos como está el panorama que, Fernando Adrián, el triunfador absoluto de la feria de Madrid con dos salidas por la puerta grande, la criatura ha sido contratado de aquella manera para la feria de Albacete y, gracias, yo creía que no le daban ni una sola oportunidad. Pero claro, los reaparecidos sin que nadie les llamara, Castella y Talavante, a esos se les escucha desde lejos y, lo que es mejor, están en todas las ferias. Por cierto, ¿qué ha sido de Ángel Téllez y Francisco de Manuel? Átame esa mosca por el rabo, dos grandes triunfadores del pasado año en Madrid en que, en esta ocasión no han tenido suerte en dicha feria y, los taurinos han cortado por lo sano, que se vayan a la fresa de Huelva que allí hay trabajo, y de eso sabe mucho David de Miranda.