Es una pena, yo diría que una canallada, un crimen en toda regla que, en los momentos actuales, cuando la normalidad debería ser un hecho común y corriente en todas las partes del mundo si de la fiesta  de los toros hablamos pero, la realidad es muy distinta a la razón que, como vemos, brilla por su ausencia. Lo digo por la manifestación que tuvo lugar el pasado día 12 de los corrientes en Écija en que, una multitud se manifestó en la ciudad astigitana para que el ayuntamiento reabra su plaza de toros.

¿Saben quién manda en la alcaldía de Écija? El PSOE que, auspiciado por otros partidos de izquierda, “lógicamente”, porque de lo que se trata es de destruir todo aquello que encuentren en su camino, puesto que hace años que tienen cerrada la plaza de toros mientras que los aficionados se desesperan por la desidia del consistorio ante su coso taurino. No todos los de izquierda son malhechores, pero sí todos ellos anidan en la izquierda más radical y absurda en esta democracia falsa y estrafalaria en que, más que una democracia es una dictadura disfrazada en toda regla. Y pensar que ha sido Écija, con toda seguridad, el pueblo que más matadores de toros ha dado para España y, como vemos, Ángel Jiménez, el último doctor en tauromaquia no tiene ni un sitio para entrenar.

Si de prohibir se trata, en eso la izquierda tiene auténticos maestros porque lo que a ellos no les gusta, no le gusta a nadie. La prueba la tenemos en miles de sitios y en millones de circunstancias y, “indudablemente” Écija no podía escapar de dicho maleficio. Fijémonos que, en su momento, el ayuntamiento astigitano compró la plaza de toros a la propiedad privada de aquellos momentos, todo ello para salvar al inmueble de la piqueta o del total abandono como se encuentra en la actualidad y, nuestro gozo en un pozo. La salvaron, es cierto, pero para que unos indeseables la destruyeran por completo como se aprecia en las imágenes que mostramos. Es desalentador que, una ciudad tan taurina como Écija, por culpa de unos irresponsables e indeseables hayan dejado su plaza como un solar desmantelado. Triste, pero cierto.

Cuando compruebo hechos como el citado, de forma irremediable me viene a la mente aquel gran socialista alicantino llamado José Luís Lassaletta que, como alcalde, compró la plaza de toros a la familia Guixot para salvarla de la piqueta que, por cierto, diez minutos más tarde hubiera sido tarde porque ya estaban estudiando hacer un bloque de viviendas pero, por aquellos años todavía quedaban socialistas con cerebro, caso de Joaquín Leguina entre otros muchos, hombres que sabían regir un ayuntamiento o una comunidad para el bien para todos, no como sucede ahora que, gobiernan para unos pocos, esencialmente, para aquellos que ellos estiman que les han votado.

Écija es una prueba más de lo que está pasando con la fiesta de los toros en España en que, ese maldito y maloliente PSOE de la actualidad, sin que nos demos cuenta, a poquitos, es decir, despacio pero sin prisa, están acabando con la fiesta de los toros porque a muchos sociatas no les gusta, otros porque están presionados por los bolivarianos repugnantes pero, la gran verdad es que sin que nos percatemos, un día nos levantaremos y la fiesta de los toros será algo del pasado, una fiesta que en su día existió pero que unos malvados se la cargaron apoyándose en la bendita democracia que, no es democracia ni nada que se le parezca porque si de dictadores hablamos, ahí tenemos las pruebas.

Duele mucho ver como se cierran las plazas de toros, es el caso de Écija, Villena, La Coruña, Oviedo, Vitoria, y una larga lista de ciudades y pueblos de España que no tengo a mano pero que, es muy sencillo de repasar para hallar la verdad de lo antes comentado. No hay nada más que ver quien manda en los lugares antes citados y de repente encuentras la respuesta a todas las dudas que nos albergan. Y todavía quedan ignorantes pensando que la ministra de cultura, ¿o es ministro?, tengo mis dudas porque me hago un lío con tanto ministerio pero, es igual, el que espere algo que pueda favorecer a la fiesta de los toros desde el gobierno que nos machaca y empobrece, o es ignorante o no sabe nada de la realidad de esta España que un día fue próspera, noble, plural en donde cabíamos todos y nos profesábamos un respeto desmedido, razón por la cual todos vivíamos en libertad. Pero llegaron las huestes bolivarianas para asociarse con la maldita izquierda que nos corroe para que, como es evidente, vayan destruyendo todo aquello que encuentran en su camino.

Lo tenéis muy jodido, astigitanos queridos. Si queréis toros tendréis que ir a otros pueblos o, en su defecto, a la gran plaza de Andalucía, la Real Maestranza de Sevilla.