Para nuestra infelicidad, un aficionado de Brihuega nos ha hecho llegar una foto de algunos de los toros que en dicha ciudad se lidiaron el pasado sábado, un festejo donde reinó la “apoteosis” según los revisteros, pero, como quiera que sean tan poco cuidadosos, decían que los toros apenan tenían fuerzas y que los diestros, a base de tesón, les arrancaron las orejas. Vamos, ¿se imagina alguien el numerito? Por supuesto que no vimos el esperpento, pero, no hace falta ser muy listo para adivinar lo que en realidad allí sucedió. La foto que mostramos dice mucho más que tres millones de palabras.

Lo de Brihuega, como en tantos otros pueblos, se celebran ese tipo de festejos en que las figuras acuden a pasar la tarde, se llevan un buen dinero, se olvidan del toro, pero, como son figuras y tienen la bendición de las gentes todo se da por bien empleado. Y festejos como el citado se dan muchos y, lo que es peor, con la anuencia de las figuras como protagonistas. En esta ocasión, los artífices del bochorno fueron Morante, Manzanares y Roca Rey, pero, mientras todo eso se les consienta y nadie les discuta en lo más mínimo, hacen muy bien en reírse de la gente.

Analizo uno, por ejemplo, la dignidad de los toros que se lidian en la Copa Chenel y, comparado con lo de Brihuega y otros muchos sitios, la vergüenza es insólita. O sea que, mientras los humildes se juegan la vida de verdad frente a todos encastados, con trapío, problemas y demás asuntos que atañen por completo al toro auténtico, las figuras, en los pueblos, campan a sus anchas para burlarse de los aficionados que, de forma inocente han pagado una fortuna por ver a los señoritos de turno a los que se les define como figuras. Yo no quiero que en Brihuega se lidie el toro de Madrid, ni el de Sevilla, pero si abogo para que, el toro que salga por los toriles, a nivel de pueblo, que tenga la dignidad medianamente exigida, todo ello antes que violar los derechos de los aficionados que han pagado por ver una corrida íntegra, con el trapío correspondiente para una plaza de tercera, nunca para que el espectáculo sea una burla total hacia los que han pagado.

Pese al resultado y a lo que han publicado los revisteros oficiales, los “olguitos” no debieron ser nada del otro mundo, más o menos como sucedió en Sevilla, pero, en esta ocasión, sin apenas pitones; animalitos con las fuerzas justas, sin picar y con todos esos argumentos con los que tanto les gusta parodiar al espectáculo. ¡Y nos quejamos de los enemigos externos!

Insisto, Morante, Manzanares, Roya Rey de más huestes que lideran el escalafón, deberían de prestar atención a lo que sucede en la Copa Chenel si de toros hablamos ya que, como digo, en dicho certamen reina el toro en todo su esplendor, pero no de ahora, más bien desde el primer año que empezó dicho certamen que, además de lidiarse el toro como Dios manda, gracias a este evento muchos toreros han sido reconocidos por el gran público.

Es horrible publicar la foto que mostramos; es tanto como tener que aceptar que dormimos con nuestro enemigo, como sucede en un gran número de matrimonios, pero no nos queda otra opción que seguir defendiendo la dignidad de la fiesta y, de forma lamentable, esta defensa no es otra que desenmascarar a los malhechores que se burlan de los aficionados mostrándole unos animalitos indecentes que, como no hablan jamás podrán defenderse, algo que les viene como anillo al dedo a sus lidiadores que, echándole la culpa al toro, ellos quedan emancipados de todo lo que queramos imputarles.