Suena a caótico la confección del festival de Bilbao, en este caso en su 66 edición del Club Taurino Cocherito de la ciudad vasca. Yo diría que, sin lugar a dudas, se trata del festival más emblemático que se celebra en todo el suelo patrio y, en esta ocasión su cartel no puede ser más hermoso pero, como se denota en la confección del mismo, han cometido un error imperdonable.
Nada que objetar a los allí presentes que el próximo cuatro del mes en curso actuarán Enrique Ponce, Diego Urdiales, Cayetano, Juan Leal, Luis David y Pablo Aguado, nombres que tienen mucho que decir y mucho más en un festival de dicha altura.
Y, como explico, el error imperdonable no es otro que no haber incluido en dicho cartel a un novillero, como se ha hecho toda la vida. Desde que tengo uso de razón, en los festivales de tronío, en TODOS, siempre ha aparecido la figura de un novillero que, como se sabe, son el futuro de la fiesta y, en el caso que nos ocupa, da la sensación de que la fiesta empieza y termina con el cartel aludido.
Barrunto que se pondrá el no hay billetes el próximo cuatro de los corrientes con el cartel aludido puesto que, de no ser así, la cosa sería muy preocupante. Pero no existe razón alguna para que puedan justificar la ausencia de un novillero en dicho cartel. Se trata de un antojo de dicho Club que, ignorantes en materia, no se han dado cuenta que el hecho de la participación de un novillero en el cartel citado, ello no quiere decir que se arreglen todos los males de la fiesta, ni siquiera que el novillero tuviera que llenar la plaza.
Pero no es menos cierto que, la inclusión de un novillero en un cartel de tanto tronío le daría caché al festejo puesto que, como sabemos, los novilleros son el futuro de la fiesta y, si en un festejo como el que comentamos no tiene cabida un principiante para que tome nota de los maestros y que se juegue la vida como en ningún otro cartel, si todo eso no ocurre algo estamos haciendo mal, yo diría que muy mal.
¿Tanto costaba añadir un toro más para que un novillero hubiera actuado en Bilbao? Y, cuidado, que no he dicho de quitar a nadie, pero sí de añadir un toro más para que un novillero, el que fuere, hubiera actuado junto a los maestros. Al parecer, ni los maestros consagrados que actúan, nadie ha dicho esta boca es mí para que uno de los muchos aspirantes a la gloria hubiera hecho el paseíllo en la plaza bilbaína.
Como decía, al mirar hacia atrás, no creo recordar festival alguno sin la presencia de un novillero, hasta el que se celebrará en la Maestranza el día doce de octubre, tiene un novillero en el cartel. Desde siempre, insisto, este tipo de carteles necesitan de un principiante para que tome nota, para que aprenda, para que la fiesta empiece a ser justa desde sus ancestros que, no son otros que los festivales benéficos que se han celebrado toda la vida.
El festival de Bilbao no es ninguna broma puesta que, son ya sesenta y seis años los que se viene programando este festival con carácter benéfico pero que, como ha quedado demostrado, han obviado a la juventud, a la savia nueva que necesita la fiesta, a esos chicos ilusionados que, más que un puesto en un festival de este categoría, lo que le sacia por completo no es otra cosa que jugarse la vida ante la presencia de los que son sus maestros.
No ha podido ser puesto que, desde Bilbao, desde allí, se ha ninguneado al escalafón entero de novilleros que, para nuestra fortuna, los tenemos por doquier. Un respeto para el segundo escalafón que, desde ahí, desde lo más abajo es de donde surgen los toreros que, un día serán figuras de la tauromaquia, pero si les negamos el derecho a la participación de un festejo como el aludido, les estamos asestando una horrenda puñalada respeto a lo que a sus ilusiones se refiere.
Pla Ventura
Abrumados por las críticas recibidas, el Club Taurino Cocherito de Bilbao, hace diez minutos ha contratado al diestro Tomás Rufo como novillero para participar en el festival aludido. Rectificar es de sabios. Enhorabuena por enmendar el error.