Lucas 6:29 “Al que te hiera en la mejilla, preséntale también la otra”; Mateo 5:39 “(…) a cualquiera que te abofetee en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.” Pues muy bien, ya hemos puesto la mejilla dos veces, y las dos nos han abofeteado muy fuerte. Donde más duele, en el momento más duro, en la mayor crisis del siglo XXI.

El ministro de cultura, José Manuel Rodríguez Uribe, nos ha ninguneado dos veces, nos ha dejado fuera de las ayudas; nos quiere condenar a muerte, pero no lo van a conseguir. La tauromaquia es Cultura, le guste o no; así fue considerada en 2011, al pasar las competencias del ministerio del Interior, al ministerio de Cultura.

Rubalcaba hablando con El Cid, Perera, Cayetano, El Juli y Enrique Ponce

Fue  un socialista con mucha sensibilidad, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien tomó la decisión de pasar los toros de Interior y darle el lugar que le corresponde en cultura  -lo que es normal, al ser considerada un arte-. Hoy en día, con el partido socialista en la Moncloa, y con Podemos manejando los hilos – como si de un títere se tratara-, han cambiado radicalmente de rumbo y opinión, y nos atacan, nos vejan y nos ningunean cada vez que pueden.

Un empeño  casi, casi… enfermizo por erradicar la fiesta del pueblo. Un sector que promueve miles de puestos de trabajo, que deja en las arcas del estado cerca de 150 millones, y que tiene 4500 millones de repercusión anual. El ataque no es solamente contra la tauromaquia, el ataque es contra el país, contra nuestra España, porque las cifras están claras, las conocen, pero las obvian de una vil manera.  Las entierran en lo más profundo de un cajón, junto a su ética y moral.

Algunas Comunidades y ayuntamientos están trabajando para  ayudar a la tauromaquia mientras el gobierno central se olvida reiteradamente de la tauromaquia.

¡¡¡Basta ya!!! Queréis condenar a una raza única en el mundo a la extinción, a un torero al desamparo, a los subalternos y demás componentes de cuadrillas a los bancos de alimentos. No lo vais a lograr. No nos vais a pisar. La revolución ha comenzado. La revolución de las mascarillas. La revolución del sentir de un pueblo, del pesar de una tradición. Mucho hemos tardado en reaccionar, pero ahora no nos pararán.

Señor Rodríguez Uribe, es usted un inculto, un adoctrinado más del sistema de Pablo Iglesias. Usted no entiende, ni quiere entender, que España y la tauromaquia están unidas por un hilo invisible, pero que ha servido durante cientos de años para promocionar a España fuera de nuestras fronteras, para unir a un pueblo, para fomentar otros artes. Imagino, que su familia se sentirá orgullosa al ver como aplica contra la tauromaquia esas medidas, ese racismo sordo que promueve.

Los unicos que intentan politizar la tauromaquia es el gobierno actual al marginar al mundo taurina de las ayudas destinadas a cultura.

No nos callarán, nos hemos despertado, nos hemos unido, y estamos preparados. Los paseos taurinos en las plazas se han extendido como la pólvora. Ya son muchas plazas, y ciudades que se han unido, Sevilla, Albacete, Granada, Jerez, Badajoz… etc. Estamos organizando el caldo de cultivo ideal para cuando podamos salir a las calles, y congregarnos en Madrid. Hoy las protestas contra Uribe y su ministerio han sido trending topic, el hashtag #MinistrodeCensura ha superado récords desde su inicio.

Seguiremos protestando, hasta que se haga justicia. No tenemos que pedir permiso por vivir, nos tenemos que sentir orgullosos de nuestras tradiciones. Defender lo nuestro con uñas y dientes. Hacer un frente unido ante el enemigo común. La revolución taurina ha comenzado. Algún día, dentro de muchos años, podremos decir… yo estuve allí, y luchamos por la fiesta del pueblo. La justicia la tenemos que hacer nosotros. Ha llegado el momento de devolver a la tauromaquia, todo lo que nos ha dado. Mostrarla gratitud. Tal vez, los chalecos amarillos, sean un ejemplo a seguir, de no bajar los brazos hasta conseguir el objetivo. No tenemos que cansarnos de protestar. Mañana puede ser tarde.

Recordar el 21 de mayo, porque hoy la tauromaquia se ha unido para luchar contre el yugo animalista.

Por Juanje Herrero