Es que aquello fue mi vida. Y … Aquel trayecto estuvo lleno de viajes. Recorrí mil carreteras que a veces traen recuerdos, viajes envueltos en experiencias de todo tipo. Aprendí lo que algunos libros te pueden enseñar, pero no es lo mismo leerlo que vivirlo en tus carnes. Supe el valor que tiene o se le quiera dar al dinero.
Aprendí la bondad de los hombres y también su falsedad. Aquel oficio me hizo sufrir heridas físicas y heridas morales, las primeras te las cura un doctor, las segundas las, cura y sana el tiempo. Conocí el sabor placentero de los aplausos y el amargo sabor de algunos silencios. He descubierto mundos que siempre tuve al lado y no supe ver. Largas juergas de noche que se morían al llegar el día.
Descubrí gente que solo fueron para un ratito y conocí gente que son para toda la vida. Sé lo justo para seguir aprendiendo.
No quiero estar en esa sociedad hipócrita que abrazan tan pronto como olvidan. Que vivan en sus mundos de postureo, compadreo, de copas y Whiskys de conversaciones baratas y poco profundas, me asomé y fui testigo fugaz de ese mundo y no me gustó, además no hubiera sido bien recibido en esa esfera y atmósfera donde creo que sobramos algunos.
Me gusta ser libre como el viento, quizá sea su reencarnación. A lo mejor fui un loco algo cuerdo. ¿Quién sabe si ahora soy un insensato que le dio por escribir sin razón, buscando razonamientos?
A veces creo que fui un aventurero que siempre acababa encontrando su sitio. Me encuentro más a gusto en el refugio de una lectura, en silencios donde me puedo escuchar, en las juergas espontáneas que surgen de tarde en tarde y se saborean más.
Busco la tranquilidad que me deja conocerme, ojalá me dé tiempo de desarrollar y poner en práctica mis planes. Prefiero que suene poco el teléfono, ahora sé que llaman los amigos de verdad.
¿Éxito es verte rodeado de muchos sin apenas conocer a ninguno?, ¿Éxito es que te lo rían todo, aunque no tenga gracia nada?, ¿Éxito es multitud hoy y olvido mañana?
No lo sé, intuí como podía ser, pero no llegué a conocerlo.
Posiblemente el destino me llevó a quedarme en el medio, siempre me asustaron los extremos y quizá hubiera sido un cobarde en las alturas, no me gusta ser capitán del barco y tener constantemente la responsabilidad de tener que dirigirlo, prefiero ser parte de la tripulación y disfrutar más del viaje.
Que nunca construyan cementerios ni contenedores para los libros, que vivan eternamente en hogares o en bibliotecas.
El otro día un escritor que fue premio Cervantes dijo por televisión que ya no tenía espacio para más libros y que como ya no se los recibían en bibliotecas los tiraba, ese hombre me decepcionó, un libro siempre puede encontrar a alguien que lo quiera, también dijo que a veces dejaba libros por la mitad sin leer, creo que será muy buen escritor, pero le falta algo de imaginación porque posiblemente ese libro que deja de leer en la mitad quizá contenga la mejor literatura en el final de sus hojas .
Y ..¿Quién soy yo para escribir y opinar así de D. Eduardo Mendoza, premio Cervantes y escritor consagrado?
Me defenderé escribiendo que puse lo que sentía y que nunca una respuesta que viene del alma puede ser interpretada como una ofensa.
Personalmente las críticas constructivas siempre las he aceptado, las críticas que vienen cargadas de maldad y veneno las odiaba, en la actualidad las trato de ignorar, aunque no siempre soy capaz de conseguirlo.
Ojalá que mis relatos y escritos no sean leídos por malvados con veneno y si por lectores con críticas constructivas y personas que se lo pasen bien leyendo mis cosas, brindo mis humildes relatos sobre todo a estos últimos.
No quiero ni pretendo enseñar nada, porque solo soy Maestro de apellido, pero si me apetece escribir sobre pensamientos y sentimientos porque para mí de un tiempo a esta parte se me convirtió en una pequeña necesidad.
A veces comparto mis relatos mediante WhatsApp con conocidos y amigos, me gustaría que cuando mande mis relatos que con tanto cariño escribo si no queréis recibirlos me lo hagáis saber porque no me gustaría haceros perder vuestro apreciado tiempo ni tampoco perder el mío que es igual de importante y valioso como el vuestro.
Dicen que lo breve y bueno, dos veces bueno, yo no sé si este relato será breve y bueno o malo y pésimo a la vez, pero sea como sea aquí pongo hoy punto final, a mi última letra del día.
Julián Maestro, torero
Valga el lienzo de Giovanni Tortosa para ilustrar el ensayo de nuestro compañero.