Dentro de toda obra hecha por el hombre de cara al público, en este caso si de toros hablamos nos referimos a la Copa Chenel, siempre encontraremos errores que nos puedan llamar la atención, caso de la imparcialidad que algunos han tildado a dicho evento pero que, a fin de cuentas, esto no lo puede negar nadie, es un evento admirable y de mucha trascendencia de cara a los aficionados y, no hablemos de toreros que, en definitiva, son los primeros beneficiados al igual que lo ganaderos.

Hay que ponderar la actitud de la Fundación Toro de Lidia así como la Comunidad de Madrid puesto que, ambas entidades son las que con su esfuerzo le dan vida a este ciclo de corridas de toros con la que se cuenta con la participación de toreros humildes que merecen una oportunidad y, nada más hermoso que este evento para sacar del anonimato a varios toreros como así ha sucedido en las tres primeras ediciones en las que, Fernando Adrián, Francisco de Manuel e Isaac Fonseca, diestros que resultaron triunfadores en el evento al que cito que, para fortuna de los toreros, en la actualidad, todo el mundo sabe de su existencia, cosa que, sin la llamada Copa Chenel nunca hubiera sucedido.

Nosotros, en nuestra casa, que por naturaleza propia buscamos la justicia en el mundo de los toros y, nada más hermoso que debemos de tomar como referente no es otra cosa que la Copa Chenel para ponderar todo lo grandioso que este certamen aporta al mundo de los toros donde la Fundación Toro de Lidia y la Comunidad de Madrid dan la talla con todo su esplendor. Son muchos los toreros participantes, algunos hasta son muy veteranos como sucediera el pasado año con Juan del Álamo y, en esta edición programada para este año, ver en los carteles a Rubén Sanz nos llena de esperanza.

Milagros en el toreo no los puede hacer nadie pero, este certamen tiene tintes de milagro porque, como se ha demostrado, toreros que estaban totalmente olvidados, gracias a esta oportunidad han tenido su justa recompensa que, para fortuna de los toreros triunfadores en las ediciones anteriores, en este caso Fernando Adrián y Francisco de Manuel, hasta han tenido el honor de salir por la puerta grande de Las Ventas, algo que ni siquiera soñaban antes de participar en estos festejos de oportunidad.

Al margen de todo lo beneficioso que pueda resultar la Copa Chenel para los diestros participantes, nosotros, em calidad de aficionados debemos de sentirnos orgullosos puesto que, gracias a la televisión, dese cualquier parte del mundo podemos conocer a diestros que para el gran público eran unos perfectos desconocidos, como explico, dada la magia de la tele les conocemos a todos, algo grandioso porque, por ejemplo, conocemos como es lógico a los que resultaron triunfadores del certamen pero, en el mismo del pasado año, aunque no ganara, actuó Borja Jiménez que, de alguna manera, tanto le sirvió su participación en la Copa Chenel en que jugó un papel importantísimo y, sin ganar, más tarde fue reconocido, hasta el punto de haber sido incluido en muchos festejos que, al final de temporada, como sabemos, sus éxitos le llevaron hasta la feria de Otoño en la que, como hemos repetido hasta la saciedad, salió por la puerta grande en una tarde memorable.

Antes de dicho certamen del pasado año, entre otros, ¿conocía alguien a Isaac Fonseca? Eran los menos, pero, el chaval ganó el trofeo en disputa, toreó en la feria de Otoño de Madrid que es el premio que se le tiene reservado al triunfador, se marchó a México, su país natal y está haciendo una temporada extraordinaria. Sin duda, la final que ganó tuvo tintes de auténtica epopeya, de ahí todos los éxitos que han llegado más tarde.

Entiendo que muchos aficionados, al respecto de los carteles de esta edición se preguntarán, ¿quién es Rubén Sanz, al que antes he mentado? No lo conoce ni Dios, salvo los auténticos aficionados que hemos tenido la fortuna de verle en Soria que, a su vez podemos dar fe que se trata de un torero con vitola de artista, como mandan los cánones. Y les podría nombrar a todos los participantes, pero, barrunto que encontraremos sorpresas muy agradables cuando ese ciclo haya terminado y, sin duda, el que resulte triunfador tiene muchas puertas abiertas, entre ellas la de Madrid que no es cualquier cosa.