Quizá esté equivocado, quizá esté caduco, quizá eso esté enterrado en el pasado y no pertenezca a este tiempo por eso me gustaría preguntar a toreros y aficionados de solera que me aclarasen si aquellos tiempos de costumbres posiblemente eran más puros, mejores o simplemente hay que dejarlo pasar y adaptarse a las nuevas épocas, nuevos lenguajes y nuevas modas.

Y escribo esto porque sigo sin entender que, en la actualidad muchos toreros no se sepan colocar la montera bien calada al ras de las cejas o incluso algo pilladas a las mismas.

Sigo sin entender como alguien que nunca quiso ser torero se haga directamente banderillero y lo peor es que encima se permita el lujo de dar consejos a chavales que empiezan a querer ser toreros y «ojo» que reconozco que siempre hubo y hay banderilleros que sin haber sido nunca novilleros o matadores realizan perfectamente su labor.

De todas formas observo que casi todos los que se hacen banderilleros sin haber intentado ser toreros se hacen terceros porque bregar bien a un toro, tener sentido del toreo, etc., eso es otro cantar, en el toreo nada es fácil pero hay labores que se desempeñan más fáciles que otras y no por ello quiero restar mérito a nada de ello. (Pero cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa).

Otra nueva costumbre que también he escrito en varias ocasiones de ella, es la fea moda que tienen muchos toreros de beber agua o enjuagarse la boca antes de entrar a matar a un novillo o a un toro, en otros tiempos no muy lejanos eso era muy mal visto y hasta criticado por aficionados y toreros veteranos, esa acción que casi ningún torero hacia era calificada de estar asustado o asfixiado.

Los toreros y no todos se enjuagaban la boca mientras se cumplimentada la lidia del toro en el tercio de banderillas, pero una vez que cogían la muleta hasta que no mataban al toro no se enjuagaban la boca ni bebían agua.

Otra cosa que no entiendo es el feo lenguaje que se emplea ahora, reemplazaron un vocabulario más bonito y taurino por palabras que personalmente me hacen daño al oído.

¿Acaso no era más torero decir échale la muleta al hocico al toro en vez de decir cógele la cara?

¿No sonaba más torero decir el toro cabecea, puntea en vez  de decir suelta la cara?

¿No es mucho más torero decir el toro tiene clase en la embestida que el toro tiene ritmo? Yo entiendo por el ritmo el baile de las discotecas.

¿No es más torero decir el toro hace hilo, el toro se revuelve que decir el toro repone?, Yo entiendo por reponer a los mozos de almacén o a los empleados de los supermercados cuando reponen productos que van faltando en las estanterías.

Y qué me dicen de la horrible frase tan de moda ahora y además traída de fuera con todos mis respetos para los de afuera, el toro se agarró al piso como si estuviéramos en una casa, en vez de en una plaza de toros, en otros tiempos no tan lejanos siempre se dijo «El toro se paró”, de ahí la otra frase tan taurina que decían los aficionados de que cuando se para el toro, se para la fiesta.

Y antes de finalizar este escrito quiero decir que si veo futuro al toreo porque veo que los toreros siguen estando muy dispuestos y que también los nuevos valores vienen arreando, pero por favor que sigan respetando las buenas costumbres, los rituales del toreo, que no se pierda la educación taurina ni el respeto, ni el rico vocabulario taurino de siempre, etc.

También quiero aclarar que yo simplemente escribo desde lo que veo y siento sin ánimo de ofender a nadie, yo simplemente creo fui un digno torero que pasó por la profesión dedicándole 45 años de mi vida, que también cometí errores y que intenté de corregir, ahora soy un aficionado de tendido que expreso y escribo mi opinión, creo que algunas veces puedo estar acertado, otras no, otras puedo ser repetitivo ante lo que no me gusta, por eso acabo este relato diciendo y recomendando a quien me lea que pregunte a los más viejos del lugar, que pregunten a aficionados buenos, a toreros de toda la vida porque el error en el ser humano se produce y quizá a lo mejor yo esté equivocado, pues vuelvo a repetir fui uno que pasó por la profesión y a lo mejor mi forma de sentir pertenezca a un pasado ya borrado, enterrado u olvidado.

Julián Maestro.