La vida es dura, pero el sueño merece la pena. El viaje del torero de Yeltes por la tauromaquia es agridulce. Después de cortar dos orejas a un toro de Victorino Martin en Illescas, Raúl Rivera se quedó parado dos años. Momentos duros, injustos y dolorosos. La vida le hizo volver a ponerse a prueba.

Con apenas, 10 corridas en 6 años de alternativa es conocedor del desierto que pasan los toreros al tomar la alternativa. La tierra prometida es Madrid. El futuro de reojo mirando siempre a la primera plaza del Mundo. Aunque mientras tanto, el presente es Esquivias (Toledo) el día 21.

Una temporada difícil… sale la oportunidad de reeditar el mismo cartel de 2016 en Illescas. La fecha de una corrida total, que sirvió de mucho para algunos toreros del cartel, no tanto para nuestro protagonista. El día 21 de agosto se vuelve a reeditar. La ilusión y la expectativa ya se han extendido por toda la comarca, tal vez en esta ocasión Raúl Rivera de un golpe en la mesa del toreo “Me parece un cartel muy apetecible entre los aficionados de la comarca y creo que de todos los aficionados, ya que fue un éxito la corrida total de Victorino”.

Un momento difícil para los toreros modestos. La corrida de toros de Esquivias será televisada podría ayudar –y mucho- a un torero modesto que quiere abrirse un hueco en este duro mundo taurino. Entrar poco a poco en el circuito, para dar su mejor versión. Torería, valentía y pureza son sus argumentos para intentar coger un tren, que rara vez pasa dos veces  “La verdad es que es un momento difícil para todos y en especial para toreros que están en mi situación, creo que Esquivias y todas las tardes son importantes para ir poco a poco saliendo a flote. Tengo la fe y la confianza puesta en mí mismo de que todo llegará, hay que poner el ejemplo de grandes toreros que han visto la luz al paso del tiempo como Emilio de Justo, Manuel Escribano y un largo etc. Soy un torero que está muy poco visto y eso también puede que sea bueno de cara a poder sorprender”.

La vida nos ha puesto aprueba con la mayor crisis del siglo XXI. Aunque por momentos nos creímos dioses, la vida nos ha mostrado lo frágil que puede ser todo. El torero es uno de los sectores más damnificados y perjudicados por esta horrible pandemia. También somos maltratados por las administraciones regionales y el gobierno central.  Imagino que un torero debe pensar muchas cosas en este momento “Pues uno piensa mucho en su profesión, en los aficionados, en que ahora y siempre debemos de estar unidos y sacar raza y afición para tirar hacia delante más que nunca con este toro que nos ha tocado lidiar».

Madrid es el único destino para cambiar la suerte de un torero. Se ha convertido en lugar de “peregrinaje” de todo aquel matador que quiere vivir de la tauromaquia. Las oportunidades escasas y los huecos reducidos. Aunque siempre todo llega para el que sabe esperar “ Madrid es la catedral del toreo, ha sido y será siempre. Como he dicho en todos los sitios hay que dar la cara y siempre avanzar hacia delante, pero si para mí Madrid es con la que sueño cada día y la que tiene encumbra a los toreros”.

Es necesario que el toreo tenga una regeneración y transformación acorde con los tiempos… la tauromaquia pende de un hilo cada vez más frágil, y es hora de dignificarla, sanearla y fortalecerla.  Generar festejos es necesario para sobrevivir “Son muchas las familias que viven por y para el toro y lo que pienso al respecto es que no se debe bajar nada porque los toreros se juegan la vida”.

Una temporada incierta, donde el futuro es efímero. El día a día, marca la rutina de la nueva normalidad. Cualquier noticia puede dar al lastre con las esperanzas puestas. Aunque poco a poco, la tauromaquia se despereza y sale de su letargo “Hay algunas cosas más para esta temporada y lástima que está pandemia haya quitado de en medio muchos festejos de esta temporada que iba a ser muy bonita. Pero si algo hay más”.

Con un 2020 incierto, todo el Mundo mira con ilusión el año que viene. Las expectativas son buenas, pero la incertidumbre nos hace tener los pies en la tierra. Ojalá 2021 nos dé las alegrías que 2020 nos ha robado “Solo espero que salgamos de este mal trago del covid, que tengamos muchos festejos y que podamos pisar muchas plazas y por supuesto a ver si pudiera confirmar en Madrid. También pido mucho por mis compañeros de oro, plata y azabache, por esos mozos de espadas y ayudas, por la gente que trabaja en el campo cuidando y mimando al toro de lidia, que detrás de cada persona hay una familia, por esos ganaderos y por todo el toreo empresarios, hosteleros. NOSOTROS TAMBIÉN SOMOS CULTURA”

Por Juanje Herrero