El Triunfo de Joselito, lo diremos para completar el titular y dar ese título sui generis a un libro interesantísimo, el cuál ha sido escrito por el fenomenal equipo que forman Carmen del Castillo Rodríguez y los hermanos Julio y Fidel Carrasco Andrés –Tanto Monta y que me disculpen los autores por saltarme a la torera el orden de lidia-, presentándose como una obra del máximo interés en este año de conmemoración del Centenario de la muerte de Joselito el Gallo e imprescindible para conocer su figura mucho más allá de los estándares que venían asumidos desde siempre.

Dos temporadas y media, que hacen referencia al espacio de tiempo en que Sevilla contó en activo con el logro de su Monumental, por obra y gracia del diestro de Gelves, y con cuyos detalles nos sorprendieron estos mismos autores con su anterior obra Plaza de Toros Monumental de Sevilla. La dignidad de un proyecto de cuyo lanzamiento tuvo lugar hace como dos temporadas y media.

Los ávidos lectores se van a encontrar en este nuevo estudio con mucho más de lo que se espera a la vista del título, empezando por los antecedentes que van vinculando los aspectos etnográficos de una sociedad que se hallaba inmersa en un grandioso periodo de transformación, más hondo de lo que los historiadores convencionales venían calificando como el tópico periodo de entreguerras o la belle epoque. Aunque también.

Desde los antecedentes que muestran a quien aportó a los toros un tesoro mucho más grande que su proverbial Tauromaquia, y si ya lo considerábamos el Rey de los Toreros por sus excelentes dotes delante de los toros  mayor consideración le debemos tras descubrir los datos que ahora se nos ponen delante con este libro, porque las conclusiones establecen un antes y un después en el conocimiento de la persona que fue el hijo menor de la señora Gabriela.

Combinando una pormenorizada exposición de los datos, empleando diversos sistemas de análisis de los mismos, mostrando procedimientos comparativos e incontestables hasta desembocar en por la lógica deductiva en unas conclusiones a las que ningún autor había llegado con anterioridad, con derroche de material gráfico original por sus curiosas procedencias y finalizando con la completa colección de carteles de los festejos celebrados en la Monumental de Sevilla, a todo color. Esto en cuanto al fondo del trabajo.

Con respecto a la forma, el libro está presentado en una preciosa edición de gran calidad manteniendo el formato e imagen corporativa de su antecesor, provocando que ambos tomos exigen estar unidos y lo que nos hace presagiar que la colección pueda tener mayor continuidad dado lo prolífico de la materia.

Cuando se conoce los autores cobra una dimensión distinta la lectura de sus escritos y no podía ser menos esta vez. Tuve la ocasión de conversar con Fidel, primero en Sevilla por la Plaza Nueva, paseando desde el Hotel Inglaterra hasta el antiguo Horno de San Buenaventura, dónde se incorporó Julio con toda la Feria de San Miguel por delante, y posteriormente conocer a Carmen en el Centro Riojano de Madrid, con el buen aire de la calle Serrano y un buen tinto del foro en Gregorio III, también cuando la última de Cuadri en Las Ventas, reconociendo admiración y aprecio hacia los tres. Por lo que no seré yo quien desvele los inquietantes misterios que nacen hoy en este libro –Dos temporadas y media. El Triunfo de Joselito-, que cambiarán para siempre las biografías del Rey de los Toreros y cuyo sentido adquiere superior valor al ir por colleras junto al anterior –Plaza de Toros Monumental de Sevilla. La dignidad de un proyecto– conformando única obra ejemplar, para que por los restos disfrutemos con la lectura de ambos.

En momentos de guardar nuestro retiro en casa y ante la ausencia de toros, resulta idóneo tener a mano libros como estos, para disfrutarlos despacio y con la mano baja, porque este virus es una mona.

Y si cuando vuelva la calma tienen ocasión de conversar con los autores, no lo duden.

José Luís Barrachina Susarte.