Hablar sobre Veiga Teixeira es hablar sobre una casa ganadera icónica tanto en Portugal como en España y Francia.

La historia de esta emblemática ganadería se remonta a comienzos del siglo XIX, cuando
Don Felix Suarez adquirió reses de Santa Coloma. Al fallecer dividió la vacada en 5 lotes entre sus herederos. De aquellos lotes se vendieron casi en su totalidad los correspondientes a Don Rafael y Don Alfonso Figuero a Don Tomas De La Cal en 1959. Aquel mismo año Antonio de Veiga Teixera compró todas las reses a Don Tomás Prieto de la Cal.
Posteriormente Antonio Branco Teixeira añadiría otras reses de origen Gamero Cívico, a través de Pintos Barreiros y Oliveira Irmaos, procedencia que se ha mantenido hasta hoy.

Para poder lidiar sus reses en España, Antonio José da Veiga Teixeira, compró en 1968 la ganadería de García Fialho, un hierro de la Unión de Criadores de Toros de Lidia. Dicha ganadería lucía el hierro de la espuela que perteneció al Duque de Tovar y a Prieto de la Cal y con el que hierran actualmente los toros.
Al comprar la ganadería de García Fialho se adquirieron las reses de origen Hidalgo Rincón, procedencia que más tarde eliminó manteniendo la rama Pinto Barreiros-Oliveira Irmaos.

Pedrogao es el paraíso donde las plantas de arroz visten de verde a las damas con el hierro de la espuela y sirve de escondite para los becerros. Un paraíso donde pastan estos singulares toros de imponente estampa y gran trapío obtenido a base de la selección.

Comentaba en una entrevista el ganadero que al principio a los toros les faltaba un poco de trapío para poder estar a la altura de las plazas de primera, por ello, se empezó a adquirir sementales de diversas ganaderías.

Primero se echaron a las vacas dos sementales de Alcurrucen, vía Núñez, cruce que al final no acabo ligando como se esperaba. Más adelante probaron con animales de Ortigao Costa, de origen el torreón, un cruce que si dió muy buenos resultados, manteniendo a día de hoy varias vacas con aquel hierro.
Después de aquello se mantuvo
como base el origen de Pinto Barreiros refrescando con animales de la misma procedencia.

En cuanto a su comportamiento, su ganadero busca siempre animales con casta, dando prioridad absoluta a la bravura antes que a la nobleza, buscando un toro que brinde emoción a los tendidos. Así lo manifestaba el ganadero «Si los toros son bobalicones a mí no me sirve».
En los tentaderos Antonio Francisco da Veiga Teixeira es muy exigente a la hora de seleccionar utilizando un criterio muy escrúpuloso. Declarando lo siguiente «en los tentaderos me decanto por lo antiguo y me gustan que las vacas vayan muchas veces al caballo, de ocho a diez veces.Primero deben superar ese primer examen y después en la muleta, deben tener recorrido y emplearse, metiendo los riñones y que humillen.»

Una de las peculiaridades de las corridas portugesas es que no acaban con la muerte del animal. Una ventaja para muchos ganaderos que necesitan sacar sementales ya que si el toro demuestra un extraordinario juego volverá a la finca con el título de semental.
«Cañamero», «Zalgueiro» y «Pandita» algunos sementales que pasaran a la historia y que marcaron las reatas.

Otro toro que marcó un antes y un después en esta vacada fue «Napolitano», semental adquirido entorno a 1930 a Juan Belmonte, y gracias al cual los distintivos caracteres del encaste Gamero Cívico han perdurado hasta los días de hoy.

Veiga Teixeira es sinónimo de pasión y compromiso con el toro bravo. No han sido pocos los obstáculos que se han encontrado a lo largo de los años pero siempre han sabido salir adelante.

El 25 de abril de 1974 estallaba la revolución de los Claveles en Portugal, afectando a una multitud de ganaderos entre ellos, a la familia Veiga Texeira. A pesar de ello lograron reflotar la vacada y salir victorioso del paso, llegando incluso a lidiar corridas y novilladas en España de importante calibre a finales de 1980 y 1990. Una felicidad muy efímera que se marchitaba a finales de los 90 con la aparición de las vacas locas que obligó a cerrar las fronteras entre Portugal y España. Los Veiga Texeiras pasaron de lidiar varias corridas de a pie en plazas de renombre en España o Francia a ninguna lidiar exclusivamente en Portugal. Debido a las crisis de las vacas locas, la lengua azul y la posterior crisis económica sumado todo ello, al exceso de animales en el campo, los empresarios compraban animales en España a muy buen precio por lo que dejaron de lado el resto de ganaderías de los países vecinos.

Actualmente lidian casi la totalidad de sus camadas en Portugal en las corridas de rejones. Cosechando multitud de triunfos y conquistando las plazas.

En 2012 lidiaron una señora corrida en Orthez de excelente presentación y con muy buen comportamiento, tomando tres puyazos cada toro y arrancandose desde los medios al caballo. En 2019 también estuvieron presentes en Boujan y en las calles de España.
Concretamente en Onda, la peña Pañuelito Verde exhibieron a «Comunicado» N°621, un toro de magnífica estampa, con dos cuchillos por astas, y un juego más que interesante que se adueñó de la arena. Para esta temporada ya están los Veiga Teixeiras ya están acartelados en Campo Pequeno y en Evora.

Por Ana Mateo