-El historiador y aficionado Julián Tomás García Sánchez publica una gran obra sobre el toro de lidia español, pilar fundamental en el planeta taurino.

-Detalla y fundamenta el pasado y momento actual de todas las castas, encastes, cruces, derivaciones y líneas fundacionales desde el siglo XVI hasta la actualidad.

-Facilita las consultas con esquemas sinópticos a color y es la orientación informativa ganadera de bravo más completa que se ha editado.

-Bernabé Cobaleda, el “riojano” Nicasio Casas  y sus herederos trataron durante medio siglo en borrar la casta “Carriquiri”.

El Club Taurino Logroñés presentó, avanzado el pasado mes de abril, “El toro de lidia español. Castas fundacionales, encastes y ganaderías” con su autor, Julián Tomás García Sánchez. El creador ha elaborado una obra histórica, con más de 700 páginas, y no muy divulgada a pesar de ser segunda edición. Al conocer la visita del escritor, traté de conseguir el volumen en Logroño y me resultó imposible. Ni “Ochoa” ni “Casa del Libro”, que suelen ser los más abundantes del lugar, disponían del título que tuvimos oportunidad de adquirir en el acto cultural y que nos ha deleitado un fajo de ratos por su categoría.

El libro incluye cientos de esquemas o gráficos, en diversos colores, que representan los hierros, encastes, líneas, ganaderías, propietarios…y sus derivaciones o relaciones  lo que simplifica y facilita la historia o historial de la totalidad y ofrece resúmenes concretos.

Este señor García Sánchez aporta una faena de puerta grande a la difusión y formación taurina para los “aficionados” a la fiesta de “toros” que pretendan  informarse. Compruebo que los veterinarios colegiados, que tantas publicaciones de estos temas apoyan, han echado una manita como suelen hacer con tanta frecuencia. Que Tauro, griego, egipcio o la constelación entera, se lo pague y que sigan con ese espíritu de apoyo cultural y torero.

Me he recreado repasando la evolución y momento de ganaderías disfrutadas “in situ” desde hace décadas, algunas desaparecidas, y de forma muy especial al lugar notable que dedica con amplio sinopsis, en el apartado “casta navarra”,  al “navarro” Nicasio Casas, que nació, vivió y murió en Alfaro, 1952,  ciudad riojana de toda la vida. Lo mismo que su hermano Miguel y sus sobrinos José y Mateo.

Escribe Julián Tomás que de Nicasio “procede casi todo lo que queda de la casta navarra en la actualidad”. Y concreta que en 1908 Bernabé Cobaleda adquiere a Espoz y Mina lo de “Carriquiri” que elimina por completo en 1926 vendiendo a Lisardo ese año, que por la nula demanda torera  lo envía al matadero, y a Nicasio Casas en el mismo  año. El riojano adquirió 70 vacas y 5 sementales que llegaron a Alfaro.  En 1923 ya había traído Nicasio 30 vacas, cuando Bernabé empezó a vender, y las condujo, a Alfaro, sin cabestros ni caballos, el mayoral Rufino Munárriz. En el 1929 muere Bernabé y su familia elimina por completo la casta navarra que ya era minoritaria. “La casta navarra está hoy casi extinguida para festejos de lidia ordinaria” escribe García Sánchez.

El hierro Carriquiri desde 1988 pertenece al ganadero de bravo riojano Antonio Briones con el encaste Carlos Núñez (Alcurrucén-Manolo González). Lo representa su hija María Briones Bravo y los toros pastan en las fincas “Vega de Hornillos” y “Valcuevo” de Alconchel (Badajoz). Entre Olivenza y Cheles, frontera con Portugal y Ribera del Táliga. Por ahí más o menos los he admirado en ocasiones.

Antonio triplicó la extensión de las dehesas y las ha beneficiado descubriendo acuíferos con Manuel Benítez “El Cordobés” como zahorí.

José Casas vende en el 68 a Arnillas y en el 64, 71, 75…tienen derivados Laparte, Arriazu, Lahuerta…más tarde Fraguas, Macua, Domínguez…hasta llegar a Jesús Miguel Reta Azcona a finales del pasado siglo. Incluso por Levante y Cataluña hay “casta navarra nicasiana” en algunos hierros…según ellos.

El hierro de Casas, que luego lucieron las ganaderías heredadas era “la bomba”: Un círculo con una cruz en lo alto. De ahí que a las reses alfareñas se conocían también como las de “la bomba”. Era el hierro que tenía Miguel Casas para herrar el ganado lanar. Tuvieron, en plan comercial, otro hierro, en reses de la misma procedencia: “Tres Palacios”.

Nicasio Casas se inició de ganadero en 1914 con reses de Orovio y Beriaín y su hermano Miguel en 1917 con 40 vacas de la misma procedencia. Miguel en 1925 compró a Bernabé casi todos los erales para matarlos por “aquí” y se trajeron en vagones “al por mayor”. Eligió uno por tipo, y chorreado,  para semental y en 1928 lo eliminó porque daba crías con poco tipo y mucho genio. Añadió “Parladé” y es cuando empezó a salir “negro”. José: “En tiempos de abundancia sólo tenía dos vacas coloradas. De Carriquiri no quedaba nada”.

Las sangres Jijona y Navarra creaban problemas a los matadores y Rafael Guerra trató de amoldar el toro buscando más un colaborador que un enemigo. Aunque estoqueó unos 140 de Zalduendo, Espoz y Mina y Ripamilán. “Temo más los picotazos de los mosquitos de Navarra que los zarpazos de los tigres de Veragua”. Se excluyó el encaste de la tauromaquia moderna y ferias quedando para festejos populares de la Ribera del Ebro…o cerca.

JOSÉ CASAS

José Casas Marcilla, hijo de Miguel y sobrino de Nicasio, nació en Alfaro en 1909 y murió en una clínica de Zaragoza en 1997 a los 87 años. Fue ganadero de bravo, y de la directiva nacional, del año 1935 al 1975.

Tuve  oportunidad de escucharle de “aquellos tiempos y toros” varias veces en la terraza del alfareño Hotel Palacios y en 1990 y 91 en su domicilio de  calle Alfolíes, en Alfaro. Memoria prodigiosa, sincera exposición y documentación a mano.

José compró todo a su tío en 1949 y añadió lo de Fidel Rubio en 1957. En 1973, en tres lotes, vendió a José María Arnillas hasta 1975: “Tiene anotado en la Asociación Nacional de Ganaderías de Lidia:  Procedencia de José Casas Marcilla que a la vez desciende de Carriquiri. Nada más inexacto. De lo que realmente fue Carriquiri no quedaba nada pues Lisardo lo mandó al matadero y lo dispersó por Extremadura y no sabía nada de su destino”.

En 1928 su padre, Miguel Casas, intentó “refrescar” la ganadería con un semental y vacas de Ernesto Blanco, “Parladé”, “pretendiendo eliminar todo lo que hubiera de Carriquiri. Era procedente de Gamero Cívico como lo de Pío Tabernero de Vilvis con lo que en 1955 reforcé la ganadería trayendo solo vacas”.

En 1949 tenía José Casas 570 cabezas oficialmente registradas y hubo temporadas que lidió 80 machos de la misma edad, generalmente erales, y algunos festejos picados en Corella, Tafalla y otras plazas. Tenía en la finca 7 empleados fijos y 9 en plena temporada de toros.

Por el año 1950 tentaron algo a caballo…”práctica que no se prodigó”. En 1957 José Casas tenía camión moderno de transporte con cambretas individuales y antes conducían el ganado a pie por las cañadas y fueron vaqueros populares en la casa Rufino Munárriz, “El Chato”, “El Zaragoza”, “Tres Cuartas”, “El Pipiarras”…

El año 1942 se estrenó de empresario José, en Fitero. Del 43 al 63 lo fue de Tafalla, muchos años de Soria, Alfaro, cuatro años en Morón de la Frontera, Guijuelo, Ciudad Rodrigo, Almazán, Arnedo, Burgo de Osma, Benavente, Briviesca, Corella, Villarcayo, Medina de Pomar, Santo Domingo de la Calzada….

Debutó Antonio Briones en Bilbao, 14-4-91, y ante los comentarios “documentados” de autorizados taurinos volví el día 17 siguiente a pasar una tarde en Alfaro con el “incógnito” José Casas que disfrutaba de plena memoria y disponía de abundante “expediente”, actas y refrendación.

“Honradamente creo que no se puede decir, ni actualmente ni hace muchísimos años, que exista la menor veta procedente de Carriquiri. Se han inventado origen o cuna para todo lo colorado que salía por la tierra y que nada tenía que ver. Si mucho antes del año 30 nosotros tratamos de eliminar todo lo que oliera a Carriquiri y es lo único que volvió de Salamanca, ya muy mezclado por Bernabé que durante años lo cruzó y trató de eliminarlo, ya me dirán lo que ha quedado 60 años después sin selección, con la guerra por medio, viviendo en puro “trato”, eliminando o añadiendo según las necesidades y  sin libros ni control”.

José mencionaba las fincas alfareñas de “La Laguna” y “Tres Corrales” o “Prado Grande” con plazas de tienta. Y ganado tuvo en otras como “Juncal de Labradores”, “Los Bayos”, los sotos de “Hormiguero” y “Alcañices”, “Soto Grande” junto a Milagro y Valtierra, el “Soto de los Tetones” en Tudela, el prado  de “La Muerta” en Ablitas y “Quiñones de Arabiana” en Ólvega.

Remataba así José, terminando la merienda: “Si sangres históricas de aquellos tiempos, cuidadas con mimo y con inversión, nada tienen que ver con las que actualmente llevan su misma denominación y se consideran sucesoras, ya me dirán qué queda de los “carriquiris” cuya descendencia  no ha salido de  manos de corraleros y tratantes desde los años veinte. Yo no me atrevería a decir que haya gota de Carriquiri. Ni me lo demostraría persona alguna”.

La esencia de lo anterior, publicado en 1992 en “Historia taurina de La Rioja”, y antes en “El Correo Español”,  se lo dedicó con admiración, por su obra, a Julián Tomás García Sánchez. Por si le sirve de algo. Gracias.

CLUB TAURINO LOGROÑÉS

El autor de “El toro de lidia español” explicó de forma sencilla el objetivo y contenido de sus páginas. Los asistentes al acto, en una población de 160.000 habitantes, rondaron un par de docenas de “aficionados”. Al finalizar, el presidente del CTL se entretuvo en exaltar cómo ese día se reunían en Madrid “aficionados” representantes de 30 peñas, clubes, fundaciones, asociaciones, federaciones, tertulias, foros (esto me suena muy bien a proscenio, tablado…), uniones…y entre otras cosas tratarían el “nulo papel de los aficionados en la organización de la fiesta actual o reivindicar los aspectos culturales”. O algo así.

Me faltó tiempo para matizar lo de “aficionados” citando que creo los había en Logroño en 1962 con la mitad de población: 3 corridas, 2 novilladas con caballos, 11 sin picadores y 3 becerradas. O en 1981que se programaron un festival de lujo, novilladas pro Cocina Económica, una “libre”, otra pro colegio de síndrome Down, 6 corridas de toros, varias becerradas…promocionadas y sostenidas por aficionados cuando hace siglos que en Logroño…solo por San Mateo y sin llenos.

Reuniones riojanas, oficiales, oficiosas… de aficionados, limítrofes y adyacentes van habiendo muchas “recientes”: En clubes, peñas, cafés históricos, centros burócratas y similares…tengo anotadas 27 con olvidos y sin resultado alguno. Especie de fumaradas. Espero esta última en el Casino de Madrid, con 23 portavoces, para ver los “aficionados” que adquieren su papel en la organización de la fiesta y en otras demandas… honestamente planteadas …¿A quién?

Pedro Mari Azofra

PIES DE FOTO

Momentos de la charla aludida con “lleno” de entendidos, asistentes a la reunión del Casino de Madrid y don José Casas en una barrera, en una terraza y en la entrevista del año 91 en su casa de Alfaro.