Con un evento gastronómico en “El Echaurren” surgió el oriundo e inmortal Santiago Lope, creador del pasodoble “Gallito”, obras sinfónicas, zarzuelas y fundador de la Banda Municipal de Valencia.

En Ezcaray nacieron los músicos Víctor Monge, Ángel Arroyo y Luis Mari Monge que cuentan con una obra importante en los pentagramas toreros …y no merecen ser olvidados.

Ezcaray, en La Rioja Alta, es una villa que ronda los 2.000 habitantes, hay días y épocas claves que se juntan 20.000, y está al resguardo en la cara norte de las montañas del Sistema Ibérico. O por ahí anda. Añade a su censo una escasa población de ocho o diez aldeas y en algunas como Urdanta, Zaldierna, Azárrulla y Turza …quedan semovientes que se peinan y otros de cuatro patas que duran.

Ezcaray luce arquitectura popular en sus calles, tiene ermitas, palacios, albergue, teatro, Guardia Civil, estación de esquí cercana, muchas fiestas, la única iglesia riojana de estilo gótico aragonés y está vigilada por el  Pico de San Torcuato, Torcato para los amigos, por si algún “renegao” gusta dar un saltito que valga la pena. Recuerdo el Ezcaray de los años setenta con celebraciones campestres sibaritas en Tresfuentes que preparaban la familia Sáenz, maestros artesanos de panadería, para los amigos y compañeros del agustino Luisito hace años residente en Caracas, capital de un país rico y donde pasa hambre la inmensa mayoría de los que no pueden expatriarse. Satur, Luisito, Agustín y su gente…me son inolvidables.

Sábado soleado y unas vueltas de chiquiteo por calles y plazas, hasta la bandera, para celebrar un reciente evento familiar en “El Echaurren” que inspirado en la cocina riojana y del lugar que hizo popular y castiza Marisa Sánchez, ha universalizado el guisandero, lo de cocinero me suena muy común, Francis Paniego. Desde chiquillo mamó cariño y desvelos maternos compartiendo lumbre y pucheros.

Algunos de los participantes estrenaban pueblo y al saludar al ilustre y popular restaurantero, atento, sencillo y cariñoso, expliqué cómo  les señalamos la placa dedicada al aborigen y “taurino” Santiago Lope, célebre compositor y Maestro del Pasodoble, nacido en el nº 24 de la calle Mayor de Ezcaray.

Al instante, Francis recitó el contenido del rótulo y dijo sabérselo desde niño: “En esta casa nació el insigne compositor Santiago Lope. Su vida fue breve, agitada y triunfal. Así también su obra. Diáfana, optimista y vibrante. Su fama, que merecía ser perdurable, consumió sus reservas todas en la efímera llamarada de la popularidad”. 1871-1906.

En la parte inferior hay otra inscripción del 22 de julio del año 2000: “Visita a Ezcaray de la Banda de Música de Valencia. En homenaje a su fundador el maestro don Santiago Lope, natural de esta villa”.

Todo lo anterior me viene al pelo para escribir sobre el gran Santiago Lope, su vida y sus pasodobles, especialmente de “Gallito” del que tantas chorradas he leído a prosistas indocumentados. Aprovecho que la música taurina, no las charangas taurinas, es capítulo importante y culto en la fiesta de toros y que Ezcaray es cuna de buenos compositores de música taurina voy a tratar de “darles un poco de aire”.

Santiago Lope Gonzalo nacido en Ezcaray en 1871, hijo de tejedor de paños, de niño aprendió solfeo y piano con el organista de la parroquia y a los 6 años tocaba el flautín en la Banda Municipal. Su madre, pronto viuda, fue conserje en La Concordia, uno de los tres casinos locales, para sacar adelante la familia. Orientado por un director de banda militar ingresó en el Conservatorio Real de Madrid cursando armonía, composición y violín. A los 15 años dirigía la orquesta del teatro Apolo y a los 20 la del Romea. En 1902 va a Valencia, dirige la orquesta del teatro Ruzafa y en 1903 funda y dirige la orquesta Municipal de Valencia y la del teatro referido.

El año 1905 los informadores valencianos le piden a Lope un pasodoble para un festejo taurino benéfico: El 29 de junio se organiza la Corrida de la Asociación de la Prensa, que no fue corrida sino una novillada ya que ninguno de los participantes había tomado la alternativa…ni luego lo hicieron. El compositor riojano preparó para el acontecimiento tres pasodobles ya que hacía poco le había dedicado uno al valenciano Agustín Dauder  “Colibrí”, titulado “Dauder”, que le brindó un toro en un festejo. Con 33 años, Agustín  era el veterano del cartel. Murió en el 37 y regentaba una cantina de estación o apeadero de tren. En su historial se lee: “Su nombre permaneció vigente gracias al famoso pasodoble que le dedicó el maestro Lope”.

El pentagrama titulado “Angelillo” fue brindado al novillero sevillano Ángel González Mazón “Angelillo”. Contaba entonces 24 años y destacaba con las banderillas que hasta ponía con las manos atadas.

Fernando Gómez Ortega era hijo de Fernando “El Gallo” y Gabriela Ortega. Tenía 21 años. Le llamaban “Gallito Chico” y así se tituló el pasodoble que luego quedó en “Gallito”. Fernando seguía en edad a Rafael “El Gallo” e iba por delante de Joselito “Rey de los toreros”. Con los dos fue en sus cuadrillas y murió a los 37 años en un café de Sevilla a causa de los problemas que le causaba la obesidad..

Se ha escrito que “Gallito” fue dedicado a Rafael “El Divino Calvo”, hermano mayor, y hasta en una publicación nacional se comentaba el centenario del músico  riojano adornando el tema con una fotografía a gran tamaño de Joselito el genio y hermano menor  de la dinastía, que murió corneado en Talavera, al que también se adjudicó la titularidad de “Gallito”…por indocumentación en ambos casos.

El cuarto espada, Manuel Pérez Gómez “Vito”, sevillano de 23 años, fue novillero y banderillero en cuadrillas importantes. Entre ellas la de Juan Belmonte. Padre de Manuel Pérez Herrera “Vito”, novillero y banderillero que luego apoderó a Ostos, Mondeño y Peralta. Y padre de Julio Pérez Herrera “Vito”, que fue matador de toros y uno de los banderilleros más importantes del toreo y veedor de toros al colgar el terno de plata. Murió el día de san Pedro de 2016 en Sevilla a los 90 años. Julio, fue el año 1967 mi tutor taurino. El que me orientó para echar a andar como informador y escritor taurino ¡Era un monstruo!

A los cuatro novilleros dedicó Santiago Lope estos pasodobles que se estrenaron en el festejo y fueron muy aplaudidos: “Dauder”, “Angelillo”, “Gallito” y “Vito”. Son un derroche de ingenio, inspiración y talento para la instrumentación…según los especialistas en el tema. Otras composiciones toreras de Lope fueron Valencia, Gerona, Córdoba y Triana.

Lope murió en Burjasot con 35 años en 1906. Sus últimos años fueron muy duros ya que le impedía toda normalidad un cáncer de estómago sin remedio a pesar de una operación. Nadie en tan corta carrera acumuló tantos éxitos en zarzuelas, dejó 18, composiciones sinfónicas, 12…y sus 8 pasodobles.

Hace “siglos” leí que fue “de genio apacible y trato sencillo, con gran inspiración, alegría y garbo. Su modestia, sinceridad y franqueza le hacían simpático y atrayente. Por su talento se hacía admirar”. También se ha escrito de él que era apolítico y no creaba problemas administrativos…como sucedió con su “heredero” de batuta que hubo de ser despedido. Por cierto: En sus conciertos, tras Wagner y Giner, Lope fue el más interpretado por su sucesor.  En una época que el wagnerianismo invadió España las composiciones de Lope eran imprescindibles y tras el triunfo  de 1905 en un concurso internacional de bandas en Bilbao, la Banda Municipal de Valencia con la batuta del riojano fue nombrada por el “Heraldo de Madrid” la más importante de España. Había ganado todos los premios…con Santiago ya muy tocado pero al frente  de los profesores.

Volviendo por La Rioja, a la muerte del “genio de Ezcaray” se convocaron oposiciones para cubrir la plaza vacante y se presentaron 9 aspirantes de toda España. Entre ellos, Fidel María Blanco Ruiz, de 23 años y natural de Herramélluri (Logroño), director del sexteto “Teatro de Haro” y ex director de la Banda Municipal de Salvatierra (Álava), en cuyo archivo conservan como histórica su composición  “Homenaje a Santa Cecilia” y varias melodías más ¡Tampoco debía ser sordo el paisano! Creo que Blanco Ruiz se expatrió a Argentina, donde fue celebrado como músico, y murió en Mendoza.

Pedro Mari Azofra

PIES DE FOTOS:

-El maestro Lope cuando dirigía la orquesta del teatro Ruzafa en Valencia.

-Francis Paniego con dos familiares asistentes al evento.

-Grupo fundamental que motivó el encuentro en “El Echaurren”.

-Fernando Gómez Ortega “Gallito”.

-José Gómez Ortega “Joselito”, el menor de “Los Gallos”.