-Casi dos décadas en la cuadrilla de Luis Francisco Esplá y temporadas con Curro Romero, Roberto Domínguez, Pascual Mezquita, Manolo Sánchez, José Ignacio Sánchez…

-Falleció de forma inesperada, tras una jornada familiar normal, en su piso salmantino el jueves 8 de septiembre sobre las diez de la noche.

-Solía alternar con algún amigo de confianza por lugares céntricos de Salamanca y mantenía una finca ganadera  en Casillas de Flores por la “raya” de Portugal.

-En los Sanfermines del 87 fue protagonista por la grave cornada del “pabloromero” Chivito que tomó 8 puyazos, hizo dos derribos, saltó dos veces al callejón y pesó 651 kilos.

-Gran parte del público pidió el indulto, la vuelta al ruedo, aplaudió el arrastre, las huídas y oleadas…y tuvo una actitud cruel con Luis Francisco Esplá al que tiraron botellas y trataron de agredir  al salir por el patio de cuadrillas.

El pasado día 8, jueves, a las 22,30 horas y con 78 años fallecía en su domicilio de Salamanca Victoriano Cáneba Martín, picador de toros que más que otros merece el título de torero a caballo ya que se inició en el campo bravo preparando, por los años sesenta, los caballos del primer rejoneador salmantino: José Ignacio Sánchez, hijo del ganadero Ignacio Sánchez (Calzadilla de Mendigos) que por el 67 se presentó en Madrid.

Víctor fue un gran jinete. Por los años treinta llegó su familia jerezana a Salamanca como desbravadores de caballos. También tuvieron vaquería de leche en la zona cercana al Portalón, circunscripción  por el chinesco barrio La Palma, Las Peñuelas …o por allí, según me contaba.

El rejoneador  José Ignacio había debutado en Zamora con 30 años, tras haber cursado Derecho en Salamanca, y se  retiró en 1971. No se dejaba ver mucho en el ambiente taurino pero era una bendición escucharlo con ambiente y animado. Nieto de Matías Sánchez Cobaleda, murió en los primeros meses del 2021 con 88 años.

Víctor Cáneba había compartido comida, el siniestro día 8, y un día .feliz en el chalet de su compañera de años, Yamil. Se fue a su domicilio tras pasar la tarde de relajo un poco antes de lo que acostumbraba para madrugar con intención de ir a su finca de Casillas de Flores donde mantenía algún vacuno de carne  y caballos para entretenerse montando.

Sobre las 20 horas telefoneó a Yamil diciendo que se ahogaba, al parecer fue un infarto, y en 15 minutos la dama se encontró a Víctor tirado en el suelo junto a un vaso de agua derramada y  roto ya que al parecer no le dio tiempo de beberlo. Trató de reanimarlo con masajes torácicos sin resultado. Solo pudo cerrarle los ojos…”Algo que nunca se me irá de la mente”. Llamadas las urgencias de rigor no pudieron recuperarlo. Tras el velatorio y oficio religioso, sus restos se condujeron al cementerio san Carlos Borromeo de Salamanca.

Casillas, que andará por los 200 habitantes cuando en su época minera rondaba los 2000, está a 30 kilómetros de Ciudad Rodrigo y 120 de Salamanca. Junto a Portugal en la zona conocida como “Campo de Robledo”, cerca de tierras cacereñas. Allí pasaba los mejores ratos Víctor, desde que dejó el profesionalismo, aunque a veces alternaba en los pocos rincones taurinos que quedan en el centro de Salamanca y que compartíamos los días de feria.

CRÓNICAS SALMANTINAS

Tras su muerte, ha escrito su amigo Paquito Cañamero: “Una leyenda de los varilargueros deja una gloriosa página de entrega a la Fiesta. Con Esplá su nombre fue a lo más alto, se hizo merecedor  de numerosos trofeos y gozó del fervor de numerosas aficiones entre ellas la francesa o la de Pamplona en la que gozó de culto. Escribió una página memorable entre los profesionales del castoreño con numerosas tardes de éxito en La Glorieta llevando por las ferias el nombre de Salamanca con grandeza y siendo un íntegro defensor de la Tauromaquia”.

Javier Lorenzo en “La Gaceta” de Salamanca escribe: “Una de las leyendas de los picadores de Salamanca y uno de los personajes taurinos más destacados de la segunda mitad del siglo pasado. Uno de los grandes picadores de la historia. Se fue de la profesión en silencio y sin grandes alharacas con más de 1.500 festejos que lo situaron  en uno de los colosales referentes de los montados”.

¡AQUELLOS TIEMPOS!

Año atrás o meses adelante, era por 1970. Mediados de agosto y corridas de toros en Tafalla. Vacaciones. Lo mismo que para otras plazas, solía quedar con “El Sevilla” en Viana ¡Yo ponía el coche y Antonio lo demás! Toreaban la primera tarde Hernando, Víctor Manuel Martín y Juan Calero. Toros muy difíciles. Silencios, avisos y una oreja Calero cuyo mozo de espadas, Sussoni, tenía mucha gracia. Supongo que Cáneba iría con el zamorano Martín…que toreaba muy poco. Al acabar me dice “El Sevilla” si podemos dejar a Víctor a Logroño para tomar un tren de madrugada y desplazarse…Se vino con nosotros y a dormir a casa de mis padres orgullosos…y extrañados de compartir con un picador de toros sin haber asistido jamás a una plaza. Al día siguiente lo acerqué a la estación…y de ahí, medio siglo de amistad. Es bonito y además verdad.

Hemos echado buenos ratos en ferias de España y en Salamanca. Con Víctor daba gusto hablar porque decía lo que pensaba de toreros, ganaderos, veedores, novilleros…sin miedo a la verdad aunque no fuera favorable. Siempre estaba dispuesto a tomar unos vinos en la feria salmantina y durante muchos años dedicábamos una mañana a probar “dueros”, repasar fotografías taurinas alternando con lomo de bellota  y  comer tostón recién asado en la mansión que disfruta en El Teso de La Herrera de Arapiles el industrial, y buen aficionado taurino, Ursicino Gómez con el apoyo afectivo y gastronómico de Loli que vale mucho y alegra todo.

He disfrutado mucho con Víctor que tenía memoria de gigante. Sabía de todos los taurinos de los años cuarenta hacia acá. Del que no “se arrimó” y pedía limosna en la iglesia de la calle Zamora. De Valeri, de Salamanca y que toreó en Logroño años cincuenta…camarero en los bares del Barrio Chino. De Joaquín Cortés “Niño del abanico”, también le dieron oportunidad en Logroño, El Chaval, hombre de confianza de Farina, El Latas, Cuchareta, Jerte, El Muertes, Patato, Peñita, Tino, Toreri, Valeri, El Alambritos, Ángel “El Gravao”, Zorita, limpia y mozo de espadas, Zamorano… Controlaba una baraja de rascas, descuideros, inversores, destajistas…Y no hablemos de los más actuales y populares.

Hablando de picadores, alternó con todos los grandes y se sobrentiende el amplio anecdotario.

“CHIVITO”, SAN FERMÍN Y EL AMBIENTE…ENTONCES.

Fue el 11 de julio de 1987. Pamplona y San Fermín. Toros de Pablo Romero. José Antonio Campuzano (silencio – silencio). Luis Francisco Esplá (bronca-bronca) y Lucio Sandín (silencio –silencio).

El 2º, “Chivito”, saltó dos veces, en sol y en sombra, al callejón, derribó dos veces a los picadores Cid y Cáneba,  tomó 8 puyazos acudiendo con saña a los caballos cruzando el ruedo, huyendo después de acosar despavorido…A Victoriano Cáneba y al caballo los tiró por lo alto en la primera embestida. Volvió a montar y le hizo saltar sobre la silla y en el aire lo bandeó entre pitones  y le dio una cornada que afectó al hígado,  pulmón, rotura de tres costillas…Muy grave. La más grave en Pamplona con la que recibió el matador Rafael Ortega…el 8 de julio de 1950 del toro “Divertido” de Bohórquez.

El toro, mansurrón, se arrancaba en oleadas, salía huyendo…con ovaciones del público en pie que pedía el indulto. Al final se le pidió vuelta al ruedo no concedida. La gente convencida de que era un gran toro. Fue un buey manso, huido y peligroso. Una referencia en la vida de Víctor…que toda su vida le recordaban su heroicidad.

Esplá no puso banderillas y le formaron bronca arrojando botellas al ruedo y llamándole cobarde toda la tarde. La plaza se puso en contra a pesar de que hubo momentos con la muleta de mérito. En el 5º le arrojaron fruta, pan, botellas…y solo puso un par. Empezó sentado en el estribo, redondos…El toro fue manso, descastado y semi burro como la mayoría.  Bueyes. Escenas toreras de toreo antiguo. A la salida de la plaza trataron de agredirle en el patio de caballos. Fue una tarde muy triste para la tauromaquia en general y cruel para Esplá que en años anteriores había cortado dos rabos en Pamplona.

Por la noche hubo reunión de presidentes de peñas, presidentes de plaza…para calmar el ambiente “brusco” de lanzamientos y similares.

 PIES DE FOTOS:

-Momento de la cornada de “Chivito” en Pamplona y Esplá toreando por alto al diabólico y manso toro. Un momento de convivencia y cariño con Yasmil y en la bodega de Ursicino en Arapiles y con Yasmil y el anticuario y guitarrista Antonio Salazar.

Pedro Mari Azofra