El ilustre riojano don Amós Salvador redactó en 1908 la “Teoría del Toreo” más clara y razonada que se conoce y que no se editó hasta 1962.

A la esencia de los terrenos, suertes y clarificaciones añadió cierta sorna y gracejo que hacen amena su lectura…Y comprensión.

Don Amós Salvador Rodrigáñez, gran  figura política del Partido Liberal, nació en Logroño en 1845 y en Logroño murió en 1922. Ingeniero de Caminos y sobrino de Sagasta. Entre 1894 y 1917 fue Ministro de Hacienda, Agricultura, Industria y Comercio, Instrucción Pública, Bellas Artes y Fomento. Gobernador del Banco de España, miembro de las Reales Academias de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Bellas Artes de san Fernando y Ciencias Morales y Políticas. Cruz del Mérito Naval, Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso XII, Caballero de la Orden de Carlos III, director de Tabacalera, fundador del Ateneo y de la Escuela Industrial de Logroño…Escribió varios libros técnicos y entre el 1 y 15 de mayo de 1908 redactó y corrigió “TEORÍA DEL TOREO”,  de su puño y letra, que la inmensa mayoría de sus paisanos, supuestos aficionados a la fiesta de toros, desconocieron… y desconocen. Escribo paisanos y podría referirme al resto de la piel de toro ibérica.

Los hijos del autor y Ramón Pérez de Ayala, escritor y periodista republicano e irónico, tuvieron copias mecanografiadas y una manejó Gregorio Corrochano quien la dio a leer a Juan Belmonte. En forma de folletón pirata, el vespertino madrileño “La Voz” publicó la obra, o parte de ella, en temas sueltos.

En 1944, José María Gutiérrez Ballesteros, conde de Colombí, que conservaba en su biblioteca el manuscrito original, publicó textos de “TDT” con amplios comentarios para un número extraordinario de toros del semanario “Dígame”. Fue como la primera luz pública de la obra…incompleta.

La “TDT” fue editada por la Unión de Bibliófilos Taurinos en el año 1962. En el año 2000 la publicó Biblioteca Nueva en “Colección la piel de toro”, dirigida por Andrés Amorós, gran escritor y cronista taurino, con una buena introducción de Francisco López  Izquierdo que analiza, contrasta y aclara… con maestría de ilustrado y buen sentido de aficionado.

En resumen microscópico diríamos que  “TDT” detalla, describe y define todas las suertes y tercios de la lidia con claridad y concisión. Menudea el toreo de forma genial, fue un adelantado de su tiempo condenando trucos y ventajas y concluye, entonces, que “toda suerte exige cita, cargazón y remate”.

Don Amós consideraba el toreo una cuestión geométrica: “Sale el toro y el redondel le pertenece todo, con los primeros capotazos va perdiendo espacio que sigue perdiendo en varas hasta la hora de matar que el torero es dueño de todo el terreno cuyo punto final de las circunferencias concéntricas son morrillo y  estoque.

CONSIDERACIONES FUNDAMENTALES

Señala que el arte de torear consiste en el modo de ejecutar, dentro de las líneas doctrinales, toda suerte de lances en la lidia de reses bravas. Añade que el toro bravo acomete siempre al objeto o bulto más cercano y “al que se mueve con preferencia al que  está quieto”. Considera el valor como la principal condición de los toreros al que han de añadir mucha robustez, fortaleza en las piernas y cintura, flexibilidad y lo que ayude a formar un hombre resistente y ágil porque necesita correr, saltar…y sobre todo salvarse de una cogida en lances donde solo esas condiciones le darán recursos apropiados.

“El arte de torear trata de engañar al toro utilizando su estado de bravura”. Anota el terreno del toro y del torero, los cambios de terreno y de mano y concluye: “El toro irá donde se le quiera llevar con el engaño tanto más cuanto más bravo sea”.

DOS MODOS DE TOREAR COMPLETAMENTE CONTRARIOS

Los resume en malo por inquieto e indisciplinado y bueno y recomendable por clásico y elegante. Entre ellos, desgrana el movimiento y alegría frente a seriedad y quietud, la agilidad y la inteligencia y el toreo de pies y de brazos. Sigue matizando con los efectos de relumbrón y la seguridad y dominio del arte, el toreo de “coloristas y el de dibujantes”. Receta las reglas para los verdaderos toreros y al resto les recomienda librarse de cornadas apoyados en la juventud, flexibilidad, alegría de los pocos años y un poco del arte de torear.

PIES PARADOS Y DAR SALIDA A LOS TOROS

La primera condición necesaria para lidiar reses bravas es la de “tener los pies parados, no clavados, y cuanto más parados mejor”. Insiste en cómo dar salida a los toros, velocidad para mover los engaños…y remata que en toda suerte “no puede faltar lo de  citar, cargar y rematarla”. Define el “embroque” y clasifica a los toros: Boyantes, bravucones, revoltosos, de sentido, abantos, que se ciñen, que ganan terreno…

Sobre las cogidas señala que lo primero que tiene que hacer un torero es “no dejarse coger” que sucede por una suerte mal ejecutada salvo circunstancias extraordinarias o imprevistas. Describe los conceptos de cuartear, correr, curvar, geometría…regatear y quebrar distinguiendo entre quiebro y cambio…que tantos informadores desconocen y que tanto se disiente hasta en “los revisteros  que me merecen más confianza por su autoridad innegable, larga práctica, independencia de juicio, talento, honradez y buena fe”.  Cita numerosos casos concretos. “Hay que respetar las opiniones de todos pues es difícil averiguar quién tiene la razón cuando asiste a cada uno igual derecho a tenerla”.

CUANDO HAY ENGAÑO Y CUANDO NO LO HAY

En la segundo capítulo del tratado concreta sobre la suerte de detener y la lidia en el primer tercio mezclando con las suertes de capa en esa fase de la faena. Puntualiza lo de correr los toros y refiriéndose a las “largas” trae a Lagartijo que “lanceaba de largas” dando tres o cuatro en el mismo sitio cuando ahora (1908) se intenta rara vez dar una.

Explica como nadie lo de “sacar a punta de capote”, da una lección magistral  describiendo la “verónica” y continúa con la “navarra” y otros lances de capa como el farol, cambiado por alto…señalando que el toro recorra una curva y contra curva, según su “geometría taurina”, para resumir que toda la serie de lances de capa puede terminarse con el “galleo” que es una suerte especial “que participa de varias y de todas se distingue”. Como modelo de gran capeador pone a Cayetano…seguido de Cúchares.

Del llamado “quiebro de rodilla” anota que ni es quiebro ni es cambio sino suerte de puro relumbrón que parece difícil y solo tiene a su favor “que ha de realizarse con los pies parados”. Cuando se ocupa de la suerte de banderillas empieza delimitando el terreno del toro y del torero y define las diversa modalidades de banderillear de forma muy clara: Quiebro, cambio, al cuarteo, al natural, de frente, al sesgo, al relance, a la media vuelta…

SUERTES DE MULETA Y ESTOCADAS

Distingue si la colocación de la muleta es de forma cuadrada o perfilada y entra de lleno en el pase natural, “que se ejecuta con la izquierda teniendo en la derecha la espada”. “Una vez que el toro arranca, viene lo más interesante que es cargar la suerte echándolo fuera del cuerpo en sentido lateral y longitudinal a distancia que permita al torero reponer y prepararse para el siguiente pase”. En este concepto, el buen toreo al natural moderno y contemporáneo valora más echarlo fuera del cuerpo con terminación curva de la embestida.

Refiere después el “cabeza a rabo”, pase redondo, de pecho, cambio de muleta y de mano, de tirón, de pitón a pitón…y llega a las estocadas con ideas generales sobre cuadrar, igualar, perfilarse y liar…modos de herir y colocación del estoque con una inclinación de 45 grados que es como hiere partes más importantes y mata con más rapidez. Se debe huir de mayor o menor inclinación a la referida para evitar la estocada perpendicular o tendida.

Define las estocadas, por colocación, en contraria, golletazo, pescuecera, atravesada…corta, media, pinchazo…hasta la bola o hasta la cruz. Describe la ejecución de las estocadas: Recibiendo, arrancando, aguantando, volapié, a paso de banderillas, a un tiempo…Es curiosa esta observación: “No se debe pretender, cuando se mata a volapié, que toque con la mano el morrillo metiendo el estoque hasta el puño como quien deja una carta en el buzón de correos”. Defiende el “metisaca” para los toros que no tienen lidia posible y al punto entre dos vértebras que se toca con la cruceta para herir la médula lo llama “el cabello”. De ahí lo de descabello, digo yo.

INTERCALA REFRANES CON TÉRMINOS GEOMÉTRICOS

“Nadie es juez en causa propia”, “ninguno debe ser juez y parte” y “no hay peor cuña que la misma madera”. “Sin ser torero se puede hablar de toros y saber de toros”. “El que sepa todo cuanto acabo de exponer y crea que con ello le basta para salir a torear, se llevaría un gran chasco y en la plaza una grandísima cornada. Todo esto nada vale sin la práctica”. Remarca una serie de recomendaciones  para practicar el toreo y termina diciendo que “por último, dar a cuanto se haga un sello especial, elegante y artístico”. Lo de “especial” considero muy importante para destacar en cualquier profesión. Esencialmente en la de torero.

Citando a Gumersindo Azcárate, jurista importante y republicano krausista, dice: “La teoría que no es práctica no es teoría, es utopía. La práctica que no es teórica, no es práctica, es rutina”.

Concluye refiriéndose a su texto: “El que sepa lo que precede nada sabe si no lo practica. Pero sin saber muy bien toda la doctrina expuesta, no llegará nadie jamás a ser torero: Será siempre un rutinario”.

Con solo un esbozo de la magistral y bien documentada “Tauromaquia” de don Amós Salvador se entiende que debiera ser conocida, como mínimo por encima, por los aficionados a la más peculiar, asistida y viva de las fiestas o espectáculos, acontecimientos…españoles ¡Aunque ande un poco abandonada o desvirtuada hace un tiempo por diversas circunstancias!. Las escuelas taurinas siguen impartiendo clases y hasta con pandemia resurgen matadores de toros “olvidados” y llegan novilleros con cualidades para renovar los carteles.

Pedro Mari Azofra

PIES DE FOTO

-Amós Salvador, Gregorio Corrochano y Conde de Colombí.

-Andrés Amorós y Rafael Azcona firmándole un libro taurino.

-Diego Urdiales ha tomado nota de su paisano y lo practica.