-A primeros de enero fallecía en Bilbao, con 93 años, el aficionado  leonés Vicente Godos. Fundador de “La taberna taurina de la calle Ledesma” y militante de vanguardia.

-“Paisano” de San Juan de Sahagún, copatrón de los toreros, fundador y mantenedor de peñas taurinas, coleccionista de recuerdos y radiofonista en las corridas generales de Bilbao con el novillero Javier Morales.

-Fue un ejemplo de taurino implicado con la difusión, colectivos de aficionados, promoción de becerristas y todo tipo de iniciativas taurinas.

Recién estrenado el 2022 falleció en Bilbao el aficionado taurino Vicente Godos con 93 años de edad y varios “siglos” de taurinismo compartidos. Vicente nació en Grajal de Campos, a 6 kilómetros de Sahagún zona taurina de León, en tierras que lindan con parajes de Palencia y Valladolid. Localidad con un par de cientos de habitantes, ermita, palacio, castillo, iglesia, convento…históricos y … estación de tren. Su esposa, Carmen, es de Galleguillos de Campos, un anexo, barrio o aldea de Sahagún, “capital” de la zona.

Vicente se desplazó al País Vasco, como tantos castellanos y leoneses, y fundó y regentó más de 50 años “ La taberna taurina” de la calle Ledesma. Un museo con sus paredes llenas de fotografías, carteles y pintura taurina que colmaban el cuartito con una barra, media docena de taburetes, conversación, torería y cariño acompañando  unas raciones de tortilla que fueron durante décadas tradicionales y famosas, en la Villa de Bilbao, por su personalidad.

En la taberna podías encontrarte con gentes del toro nativos, visitantes de la ciudad, profesionales que venían a torear a Vista Alegre, aficionados aborígenes…y curiosos. Seis u ocho años antes de su óbito Vicente cerró la “galería Godos” ya que las rentas de esas zonas históricas, y de lugares con solera, se pusieron a niveles para emprendedores de juventud y guerra si se trataba de ganar unos euros. Vicente ya había vuelto de la ilusión y  pelea laboral y no estaba para lidiar marrajos con escasas posibilidades de triunfo comercial.

Como taurino lo recuerdo de “oyente” en algunas tertulias del Cocherito y especialmente de vecino en el palco de informadores de la plaza de toros bilbaína transmitiendo las Corridas Generales en Onda Cero con el que fuera novillero,  en los años 60 y 70, Javier Morales que nos dejó en noviembre de 2015 con 70 años.

Vicente siempre estuvo en el ambiente taurino…participando, sugiriendo, creando, ayudando…no mirando al sol. Con otros aficionados promocionó festejos para principiantes como el de “Bilbao busca un torero”, y otros, y creó o inspiró la peña taurina Tintigorri de Deusto, en 1987, que ambientó paseíllos y festejos de feria comparsera.

Este colectivo se integró en la fiesta de toros y algunos años creó premios para fomentar el ambiente torero en Bilbao. Algunos de los distinguidos fueron “El Correo”, “Clarín taurino”, Hotel Ercilla, el gran fotógrafo Manu de Alba, el alcalde  Iñaki Azkuna que tanto apoyó a Bilbao como Villa Taurina…y hasta finalizando el siglo pasado hicieron gestiones para revivir la Corrida de la Prensa a base de un cartel con los triunfadores en las Corridas Generales.

El tabernero leonés fue socio de varios, o todos, colectivos taurinos de Bizkaia, creó y presidió la Federación que los relacionaba, estuvo en la Junta de la Plaza de Toros bilbaína…¡En fin!  No paró mirando ni fue un idealista o un imaginario de pico y charlataneo como tantos taurinos pollabobas.

La taberna taurina fue como un recogido lugar de exposición. El rincón de un coleccionista sentimental de la fiesta de toros que cuando saltaba la barrera de las exquisitas tortillas, y otras tapas o el café especial,  se implicaba en hacer gestiones para colgar un cartel en la calle y dar oportunidades a chavales principiantes.

Algo nos podría contar Matías, presidente tantos años en la plaza de Bilbao, novillero de chaval, amigo de Vicente y taurino preparado de cuyas actuaciones, la mayoría acertadas, algunos babiecas de la villa aprovechan para marcarse trincherillas con disparatadas idioteces fardando de taurinos pata negra.

Para servir en una barra y otros detalles hosteleros valen muchos. Para echarse “palante”, defender y predicar el toreo en la arena de la convivencia y programar festejos taurinos invirtiendo también valen muchos…pero “sirven” o se atreven pocos. No es lo mismo valer que valor.

Sahagún, referencia torera del chaval Vicente, fue la segunda ciudad en  España, tras Éibar, que en el 31 proclamó la República. Cuna del mártir San Facundo, de donde deriva el nombre Sahagún, andará por los 2.000 habitantes y llegó a tener casi 20.000. Plagada de románico, con iglesias, ermitas y monasterios, foco influyente de la Orden de Cluny, mezcla de razas, con monjes, comerciantes y universidad codeándose con Alcalá y Salamanca, Autovía del Camino, bien comunicada por tren…

Sahagún tiene una plaza de toros, con aspecto exterior muy austero, y poco artístico por cierto, que construyeron los adinerados  y nobles del lugar en 1909.  Su capacidad andará entre 3 o 4.000 localidades a “cielo raso”. A principios del S. XV ya había encierros y otros festejos. Tras varias manos y sociedades “cayó” en el Ayuntamiento por 500 pesetas en el 1929. El centenario se celebró con una corrida de García Jiménez “Matilla” que anunció a Manolo Sánchez, dos orejas, Rivera Ordóñez, dos orejas y Javier Valverde, tres orejas. Hubo cortes, encierros…Toros.

El 30 de junio del 2018 se lidiaron toros leoneses de “Valdellán” con los hermanos Javier y Damián Castaño y Gómez del Pilar. Sumaron 7 orejas y tres obtuvo Damián que fue el triunfador. Asistimos por ver los toros de la Dehesa de Valdellán, con amigos en La Rioja. Toros “buendías” por vía de Graciliano Pérez Tabernero y posteriormente “Hoyo de la Gitana”- Pilar Población. También hubo programación  de rejoneo, recortes y encierros.

San Juan de Sahagún, en lo civil Juan González del Castillo, hijo de familia pudiente de Sahagún, fue canónigo en Burgos y fraile y profesor agustino en Salamanca donde murió (1419-1479).  Patrón de Salamanca y al que  se considera patrón de los toreros, al alimón con san Pedro Regalado, franciscano y patrón de Valladolid.

Por los años 50 presentaron las dos candidaturas al Sindicato Nacional del Espectáculo, el propulsor era de Pucela, y tuvo más votos  Regalado que paró un toro banderilleado y huido de la plaza de Valladolid. Quitó los arpones, lo curó, bendijo y lo mandó al campo. Así. Sin más.

El leonés San Juan paseaba cerca del puente romano hacia  la catedral salmantina y un toro bravo desmandado asustaba a las gentes por las calles peatonales. El santo lo detuvo y amansó diciendo: “Tente necio”. De ahí que en Salamanca, cerca de la Catedral Vieja, está la calle Tentenecio. En la zona de Casa Lis, el Centro Documental de la Memoria y calle Rector Esperabé ¡Más o menos!

Antes había salvado a un niño que cayó a un pozo, echándole el cíngulo al que se agarró la criatura y ascendió a la superficie. Hay otra calle en Salamanca llamada Pozo Amarillo por la zona de Plaza del Liceo, Caleros, Bermejeros, Correhuela, Santa Eulalia…¡ O por ahí !

No lejos de esta zona, al final de la calle Toro y acercándose a Mirat, Alamedilla, María Auxiliadora… está la iglesia de San Juan de Sahagún que edificó el riojano obispo Cámara, al final del S XIX, con piedras de la  antigua parroquia de San Mateo. En la parte trasera del templo hay una plaza ajardinada y una escultura del santo taurino leonés: “Salamanca a san Juan de Sahagún. Junio de 2002”.

El 12 de junio de 1960 se anunció en Salamanca, día festivo de su patrón, un festival a favor de las Hermanitas de los Pobres que tuvo mucha historia y aceptación popular en la ciudad.

Novillos de escaso lucimiento. Lleno. Pedrés y Jaime Ostos fueron aplaudidos. Paco Camino obtuvo dos orejas, a pesar del cabeceo y las dificultades del novillo. Dio una lección de inteligencia y dominio con buen corte de torero. Hacía unos meses que se había doctorado en Valencia. Los novilleros Miguel Flores, Eliseo Moro “Giraldés” y Andrés Vázquez, residentes en Salamanca, pusieron todo y consiguieron poco. Especialmente Andrés que fue volteado en numerosas ocasiones.

Los tres novilleros entrenaban a diario junto al internado donde yo vivía. Por invitación y facilidades de Flores asistí al festejo. El primero que presencié en mi vida. Una odisea. Me sorprendió tanto Paco Camino que durante años pensé que cuando no triunfaba era por la mandanga. Porque no quería esforzarse ni exponer. No lo veía fácil…y a matar.  Me costó entender que ciertos toros no daban facilidades…y el mismo Camino reconoció que en ocasiones tenía claro que no podía. Pero prefería que dijeran que no quería.  Bueno. Llegó la paz.

Pedro Mari Azofra

PIES DE FOTOS

-Vicente Godos en su taberna taurina de Ledesma.

-San Juan de Sahagún y su iglesia en Salamanca.

-Vicente con Diego Puerta, Paquirri y Ángel Teruel en la plaza de Bilbao.