Constancia y sacrificio son dos palabras que deben llevar a cuesta toda persona que se quiera dedicar a este mundo. No iba a ser menos Jordi Pérez, más conocido como ‘’El niño de las monjas’’. Todos hemos oído hablar de esta peculiar historia del niño torero que ha sido criado entre mojas, y que en su homenaje se puso su nombre artístico.

Me comentaste que empezaste en el toro por tu tío. Cuéntame

Mi tío tenia un taller y un día cuando pasé me comentó que el me pagaba la carrera de torero, que me apuntaba a la escuela y todo, yo le decía que no. Pasó el tiempo, yo me vine a vivir a Valencia, y después de ver una corrida de toros en casa de Fran ahí empezó todo.  Fran es mi mozo de espadas.

Esto, ¿a qué edad?

La edad, pues sería a los 13 años o así. Ahí fue cuando tuve el primer contacto con una corrida de toros

Y ¿te apuntaste a la escuela a qué edad?

A los 14.

Has estado vinculado en la escuela de Valencia hasta ahora, ¿no?

Hasta ahora, sí. Ahora ya bueno, voy por allí a entrenar y poco más. Ya la escuela ya no se pueden hacer cargo de un chaval cuando debuta con caballos.

En la escuela, ¿Qué tal tu experiencia?

La experiencia que yo he tenido ha sido una de las más bonitas que me ha regalado la vida. He conocido a gente sana, tanto maestros como compañeros, para mi es como mi segunda casa y los compañeros y maestros forman parte de ella y yo les considero como una familia.

¿Qué es lo que buscas con tu toreo?

Busco un toreo profundo, sentido y por abajo, roto y entregado. Ese es el que a mi me gustaría expresar y es lo que busco todos los días entrenando y en el campo

¿Tienes algún torero referente para ello?

Ahora mismo, el Maestro Santiago que teníamos que ser esponjas y absorber de todos un poco, entonces no tengo un torero referente-espejo, pero me gusta mucho el maestro Alejandro Talavante y el maestro Manzanares. Me gustan los detalles y la torería con la que va por la plaza.

¿Cómo fue tu etapa de novillero sin caballos?

Fue una etapa que yo recuerdo muy especial, han sido mis inicios, ahí ha entrado todo, han entrado sonrisas y lloros, volteretas y más volteretas… Para mi ha sido muy bonito, una etapa muy especial para mí. Me hizo crecer como torero y como persona.

¿Qué destacarías? Alguna fecha, alguna tarde importante…

Para mi todas han sido fechas muy importantes, siempre he salido a dar el cien por cien de mí, habrá salido mejor o peor, pero no ha habido fecha que te pudiera decir que ha sido más importante. Pero estar en la Real Maestranza fue un sueño, es un privilegio poder torear allí.

 

Tu debut con caballos, Algemesí, septiembre… ¿Qué tal?

Pues una tarde muy especial y muy bonita, pero a la vez con mucha responsabilidad y nervios, y quieras que no cuando una persona está nerviosa le cuesta expresar un poco lo que lleva dentro. Creo que puedo dar mucho más de mí, y en eso estoy.

¿Crees que la temporada 2020 va a ser una temporada importante para ti? ¿Vas a estar acartelado en carteles de certámenes importantes o en plazas como Madrid o Sevilla?

Pues la verdad es que no tengo prisa en pisar plaza como las que has dicho, porque bueno, lo que pienso en estos momentos es en prepararme bien. Hay que estar muy preparado, ya no vale solo tener cojones, hay que tener mucha preparación y oficio.

 

¿Qué opinas del encaste minoritario?

He tenido la suerte de torear novilladas sin caballos alguna que otra, y bueno, son encastes que requieren su técnica y oficio, y tienes que estar muy preparado, no puedes ir a medias tintas.

 

¿Estas dispuesto a torear estos encastes?

Sí claro.