Añoro con todas mis fuerzas cuando los toros eran considerados como un hecho normal entre los aficionados y, sin duda, entre los mismos españoles. Eran años felices donde nadie cuestionaba lo que hacían los demás, tiempos dichosos que ya no volverán jamás porque la clase política que sufrimos así lo ha decidido. Ser felices, lo que parecía algo normal se ha tornado una quimera, digamos que, un sueño del que no despertaremos jamás.

En poco más de un decenio hemos pasado de la felicidad a la desdicha sin apenas darnos cuenta. ¿Cómo es posible? Muy sencillo. Desde las más altas esferas del poder cuando nos gobernaba –es una metáfora lo de gobernar- un tal Zapatero, desde aquellos momentos se desvaneció España en todos los órdenes y, lo que es peor, nunca más retomaremos la normalidad en ningún orden.

Cualquiera siente nostalgia de aquella TVE que era de todos y que complacía a todo el pueblo español sin distinción alguna, la prueba era que, dicha cadena, sabedora de que los aficionados a los toros eran españoles que pagaban sus impuestos, se emitían festejos taurinos con la misma normalidad que se retransmitían los partidos de fútbol. ¡Qué tiempos aquellos! Y lo más sangrante es que, al hablar de la cuestión parece que nos hemos retrotraído cien años atrás. Y en realidad, lo que hablamos, apenas puede considerarse que fue ayer.

Como explico, hasta que llegó el indeseable Zapatero al poder todo era normal. Pensemos que, el mismísimo Felipe González no consintió jamás que España dejara de ser normal dentro de la pluralidad de criterios u opiniones. Es más, al margen de la TVE de todos, llegaron las nuevas cadenas y todas, sin distinción le daban un tratamiento especial a los toros; vamos que, no existían lo que ahora llamamos tabúes por el qué dirán. Insisto, España era normal que, en definitiva era lo que pretendíamos. Una normalidad que se basaba en el respeto, por eso nadie cuestionaba los toros ni el circo ni nada. Estaba claro que, todavía no habían llegado al poder los descerebrados de turno para destruir todo lo que en su camino hallaren.

Gracias a la gestión malvada de ese apestoso antes nombrado, además de promover la guerra civil de nuevo, como logro total, el dictado individuo consiguió lo que parecía imposible, dividir de nuevo a la sociedad en la que vivimos, razón por la que, entre otros, los de Podemos, sabedores que el PSOE al mando de Zapatero les daba alas, es por ello que nacieron en el mundo de la política para que, como ha sucedido ahora, el aberrante e indeseable partido de Podemos es la llave que tiene el maldito partido socialista actual para poder gobernar.

Una vez dividida la España actual –divide y vencerás- Zapatero atentó contra los toros permitiendo que en Cataluña se hiciera una votación para erradicar la fiesta de los toros de aquella hermosa región; les dio alas a los de Pacma para que, con lo del cuento animalista, hasta prohibieran que se exhibieran animales en los circos. Ahora, al no tener animales, deberían de exhibir a la clase política para que el pueblo viera cómo se las gastan semejantes individuos/as.

Pedimos normalidad pero, es un imposible. Todo lo que hasta hace cinco minutos era normal ahora se ha tornado un crucigrama muy difícil de resolver. Cuidado que, la culpa de todo lo que ocurre nos la tienen en su totalidad los políticos, la tiene, ante todo, la gente que les ha votado; unas gentes que, unos por venganza, otros por ignorancia, algunos por resabios con el pasado y los más por descerebrados, entre todos han logrado la miseria con la que vivimos y, lo que es peor, de la que nunca nos recuperaremos. Por si faltaba algo, ahí tenéis el ejemplo de Cataluña en que, unos golpistas que estaban en la cárcel por el delito cometido, en apenas dos años han pasado de la cárcel a formar parte del miserable gobierno catalán. Que Dios se apiade del pueblo catalán que mucha falta les hará.

Si viviéramos una época normal, en el mundo de los toros todavía podríamos seguir admirando a este artista en tentaderos y festivales.

Foto: Raquel Montero