Me quedo aterrado ante las alabanzas que los palabreros de la televisión al uso le dedican a cada instante a Talavante, hoy sin ir más lejos en su tarde más negra de Madrid en sus cuatro actuaciones. El ridículo los que le defienden es más grande que el que ha protagonizado dicho torero. Cuatro tardes anunciado con las corridas más cómodas y, en el día de hoy en que se enfrentaba a los de Adolfo Martín, ha matado uno solo que tenía mucho que lidiar pero que, el diestro ha matado sin pena ni gloria. Le han devuelto su segundo por flojo y tenía en la recámara uno de Garcigrande que, para su castigo, le ha salido rana.

Analicemos la cuestión y comprenderemos la mentira que supone la cuestión cuando, como en el caso de hoy, una figura del toreo entraba en un cartel de toreros especialistas en las corridas duras y, por su acaso, se trajo como sobreros el toro citado y otro de Victoriano del Río. Ya sabemos, cosas de las figuras. Si el tercer espada del cartel no hubiera sido Talavante, los sobreros hubieran sido del «tío picardías» pero, las figuras que lo tienen todo atado y amarrado no podían fallar en semejante detalle. Parece una tontería pero, para equilibrar la balanza, los sobreros tenían que haber sido de José Escolar por citar una ganadería semejante a los Albaserradas lidiados. Y un cuerno, diría el otro.

Pobre Talavante que ha tenido el valor de hacer la machada de acudir cuatro tardes a Madrid, algo que le han ponderado mil veces. Por favor, seamos serios, ¿cree alguien que Talavante ha ido a Madrid por el sueldo base? De tal modo si cabrían todos los elogios pero, tal y como lo ha hecho, lo suyo no tiene mérito alguno porque, en el día de hoy, Talavante se ha llevado un importe tres veces superior a lo percibido por sus compañeros juntos. O sea que, se lleva una fortuna y tenemos que rendirle pleitesía, justamente a un torero que está rico para los restos de su vida. Como digo, para despistar al enemigo se apuntó a la de Adolfo Martín para ver, eso sí, el triunfo de Rafaelillo y ese heroico Manuel Escriban jugándose la vida de verdad, tan puramente como el propio Rafaelillo.

Lo único que ha logrado Talavante no ha sido otra cosa que quitar puestos a toreros jóvenes que, de no estar él en activo cubrirían dichas vacantes porque se lo han ganado en los ruedos, ahí está el caso de Ángel Téllez que ha hecho, con permiso de Morante lo más bello de la feria y, tras su salida en hombros de Madrid, al chico le costará mucho encontrar huecos. O sea que nadie se equivoque que Talavante no ha regresado como hermanita de la caridad, más bien para llevarse otra gran tajada por el nombre que ostenta.