Con tremenda admiración hacia Victorino Martín en su carta escrita, en este ocasión como presidente de la FTL, al ente RTVE tras silenciar por completo en sus informativos el tremendo triunfo de Morante en Sevilla que, como sabemos, fue portada en innumerables medios informativos de todo el mundo, digámosle a Victorino que, por favor, que no pierda el tiempo entregándose a los brazos de unas gentes apestosas y desaprensivas como son los dirigentes de RTVE, encabezados por una tal Elena Sánchez que, no sé quién será peor, la Sánchez o la roja que teníamos antes, es decir, Rosa María Mateo.

Insisto que, la buena voluntad de Victorino Martín es un hecho innegable pero, a su vez, totalmente inútil porque pretender que esas gentuzas hagan algo por la fiesta es como pedirle peras al olmo; o sea, una batalla perdida de antemano en la que, gastar “munición” me parece una insensatez. Victorino debe de saber que los “rojos” viven en otro planeta y que por mucho que insistamos ellos jamás cambiarán de opinión porque, dentro de sus cuerpos anida la maldad y no hay peor enfermedad en el mundo que, para colmo, no tiene remedio y, lo que es peor, no se puede combatirse, la maldad que citamos.

Victorino Martín que es un gran tipo, en esta ocasión, ha pecado de inocente, de pardillo total creyendo que esas gentuzas le van a escuchar. Lo dirigentes de RTVE son lacayos de Pedro Sánchez, o lo que es lo mismo, el tipo más nefasto que ha dirigido España desde que se fundó. Si, Victorino, esa España enferma que con sus votos ha puesto en el gobierno a criminales, separatistas, insensatos, apestosos y, por encima de todo irresponsables que, como es notorio, la vida de una persona les importa un carajo puesto que, la única defensa de estas gentes va siempre encaminada hacia los delincuentes en todas sus ramas, dictando leyes que les favorecen a todos. Pero si han dictado una ley en la que, los violadores y asesinos, muchos de ellos han quedado en libertad y, la gran mayoría, se les ha reducido a todos la pena. Y quiere Victorino que, esta pandilla de indeseables que le rinden honores al personaje más asqueroso y brutal que existe en Hispanoamérica, un tal Gustavo Petro, presidente de Colombia porque en aquel bello país todavía existen más descerebrados que en España. Por cierto, si de toros hablamos, Petro es el criminal que clausuró la Santa María de Bogotá y el que dictó una ley para tratar de prohibir los toros en toda Colombia.

Aplaudo la buena voluntad de Victorino Martín pero, el afamado ganadero debe de saber que, quienes nos gobiernan, solo piensan en la destrucción del ser humano, en proteger a todo tipo de delincuentes y que la fiesta de los toros, pese a que RTVE la pagamos todos los españoles, les importa lo que a mí el perro de mi vecino. Reitero que, la buena fe de Victorino nadie la pondrá en duda, así como su trabajo al frente de la FTL pero, al mismo tiempo debe de saber que, al enemigo ni agua, por tanto, lástima de tiempo que ha perdido dirigiéndose a esa pandilla de miserables. En las manos en que estamos no hace falta carta alguna, solo nos queda rezar para que estos malnacidos no nos erradiquen la fiesta de los toros de España, algo que en muchos sitios ya lo han logrado, que se lo pregunten a la asquerosa que manda en Gijón, así como en otros muchos lugares del suelo patrio.

Desde aquí, por mucho que nos pese, le diría a Victorino Martín que no pierda su valioso de tiempo de forma miserable, que lo emplee en la bella alquimia de la crianza de sus toros que, como le salgan muchos como los que lidió este año en Sevilla, su grandeza será incuestionable. Sin lugar a dudas, ante sus acciones, nadie duda de la buena voluntad del ganadero de Galapagar pero, como dije, estamos ante una batalla perdida. No hay peor ciego que el que no quiere ver y, los rojos no quieren “ver” nada, salvo que tenga que ver con la destrucción del ser humano y sus costumbres ancestrales.