Vivimos en una España camuflada, donde las palabras para muchos ya no tienen valor, las palabras de los hombres serios de antes tenían más valor que un contrato ante notario. (Ahora no es que no tengan palabra, es que cambian de opinión.)
Me gustaba más la España de los años 70, 80 y 90, donde existía un respeto y unos valores hoy ya casi perdidos
Esa España en la que crecí donde el respeto hacia los mayores era una de las prioridades que nos enseñaban nuestros padres, el hablar de usted, el tratar con respeto a los profesores, llamar con el Don o Doña por delante a personas graduadas o con título, ceder el asiento en los transportes públicos a personas mayores o señoras embarazadas, esas formas se van perdiendo.
Los buenos días, buenas tardes y buenas noches, era una especie de código ético, una especie de saludo y señal de buena educación que se solía usar a la entrada o salida de cualquier sitio, bares, oficinas, bancos, etc.
Ayer me contaba un amigo que pasó al banco y había una chica esperando a ser atendida distraída con el móvil, mi amigo le dio los buenos días y ella ni contestó, tan solo un funcionario de dicha entidad le correspondió al saludo.
Aquella España de antes era más unida, respetuosa y familiar y no se etiquetaba a nadie por ser de una ideología política u otra, primaba ante todo el respeto.
Éramos todos más libres, aunque ahora nuestros políticos se empeñen en decir que vivimos en democracia progresista.
Yo he vivido con gobernantes socialistas y de derechas y ninguno nos implantó las prohibiciones que algunos de los actuales políticos nos quieren implantar
He vivido con políticos que usaban un lenguaje igual para todos y todos lo entendíamos sin sentirnos ofendidos, decían Españoles y allí estábamos incluidos hombres y mujeres, decían la palabra trabajador y lo mismo, íbamos todos incluidos, ahora dicen españoles y españolas, trabajadores y trabajadoras, ministros y ministras, ellos, ellas y elles, por favor déjense de tanta demagogia barata y hablemos con naturalidad y sencillez no sean tan rebuscados y complacientes con los remirados, es todo más sencillo.
Ahora en líneas generales, aman menos lo que hacen y su preocupación es instalarse en el poder, quieren un país aborregado complaciendo a los flojos con paguitas en vez de motivarlos e incentivarlos a que sean personas de provecho.
Tratan mejor al de afuera que al de adentro para asegurarse votos y seguir estando en el poder.
Conocí una España donde la convivencia con el vecino era casi familiar en la actualidad salvo excepciones nos tratamos como si fuésemos auténticos desconocidos, conocí esa España de barrios de periferia de casitas bajas donde los vecinos sacaban en verano el colchón para dormir en la calle más fresquito sin temor a nada, conocí esa España donde había fuentes en los barrios y podías lavar tu coche sin que te multarán, conocí esa España donde los niños jugaban al toro en la calle, conocí esa España donde apenas había residencias de ancianos y eso era un triste negocio porque los mayores vivían con su familia hasta el final de sus días, conocí una España donde no todo era perfecto pero existía el respeto, conocí una España donde la familia que querían comer tenía que trabajar y no vivían a expensas de paguitas, conocí una España donde nadie te llamaba asesino por ser torero, todo lo contrario te sentías admirado, conocí una España donde cada uno podía elegir la profesión que quisiera sin temor a que no te dejaran ejercerla, conocí una España donde con respeto podías manifestarte sin temor a que la policía te diera con la porra, conocí una España con inquietudes y ambición de superación.
Conocí una España de libre circulación, ahora sí tienes un coche con ciertos años te lo prohíben porque según ellos contaminas la atmósfera, pero claro si compras uno nuevo puedes conducir por donde quieras, se ve que los coches nuevos de gasolina o diesel no contaminan, puro consumismo e impuestos. (Hace poco me pusieron una multa de 200 euros por conducir por la Gran Vía madrileña, por pronto pago se me quedó en 100 euros), que barbaridad, claro tenemos que pensar que con las multas y los altos impuestos pagamos también a tanto político, hay que mantener puestos en 22 ministerios.
Conocí una España más libre y democrática que esta, conocí una España que descubrió la democracia que hoy nos quieren robar, conocí una España donde existía el diálogo y no la imposición, conocí y saboreé aquella España de los años 70,80 y 90 donde éramos más libres aunque ahora nos quieran hacer ver lo contrario.
Conocí a una España donde el humano tenía su sitio y el animal el suyo, ahora nos quieren animalistas más que humanos y ojo no me gusta el maltrato animal, pero nunca el ser humano al servicio del animal.
Conocí una España de periodistas libres, no se sometían a nada ni a nadie, opinión propia y no dirigida por intereses de otros, no eran estómagos agradecidos, escribían textos y crónicas sin miedos a nadie.
(Un sitio para cada cosa, pero cada cosa en su sitio.)
Conocí una España de toros, toreros, futbolistas, boxeadores, etc.
Jóvenes con ambición por sacrificarse y no jóvenes viviendo en casa de sus padres con cerca de 40 años porque no encuentran salidas.
Conocí una España de gente con intelecto, creatividad, donde había menos frikis y más naturalidad.
Conocí la España donde la gente se intentaba ganar las cosas con amor propio, ahora vivimos la España de los influencer y del casi vale, todo lo doy por bueno mientras me mantenga el estado.
Qué bonita es España y que raro la están dirigiendo.
Julián Maestro, torero