Tarde emotiva con los Miura

Los toros de Miura nunca pasan desapercibidos y, lo que es mejor, acepciones que utilizamos a diario con las corridas de las figuras para definir los toros, con estos bicornes no tienen lugar. Con los Miura no cabe aquello de “apenas tiene fuerzas”, “embisten a regañadientes”. “no se sostienen pese a su nobleza” “lástima que tanta bondad no esté sustentada por el motor”. Y muchas acepciones que podríamos enumerar. Con los de toros de Zahariche, toda esa retahíla sale sobrando.

Corrida muy dura, como suele ser habitual con los pupilos de don Eduardo y don Antonio; corridas para machos como no puede ser de otra manera. Lo más duro de todo es que, los toros quinto y sexto, han tenido peores intenciones que Mateo Morral, con la gravedad de que su peligro era sordo. Al final, un espectáculo rociado de verdad que no ha dejado indiferente a nadie puesto que, el tedio no ha reinado hoy en Sevilla, más bien todo lo contrario porque la emoción ha invadido los graderíos desde el primer toro al último. Nadie ha tenido que hacer fuerza desde su corazón para que triunfara la figura de turno frente al animalito moribundo. Hoy, todo era verdad, con esa legitimidad que dan los toros auténticos dejando en puro ridículo a las ganaderías comerciales; es decir, al medio toro con el que Roca Rey es el amo.

Nadie había pedido la presencia de El Fandi en este festejo que, para mayor inri, después de haber matado más de dos mil corridas de toros era la primera vez que mataba los Miura. Ese puesto, por regla natural tenía que haber sido para Damián Castaño, Alberto Lamelas, Adrián de Torres y muchos hombres merecedores de dicha oportunidad. Quiero pensar que El Fandi, antes de marcharse quería probar qué sensaciones se sentían frente a los Miura. Ya lo ha conseguido. Al margen de ello, El Fandi ha estado muy digno en sus dos enemigos, marchándose incluso, como sus compañeros, a la puerta de chiqueros para recibir a sus oponentes. Ha compartido tercio de banderillas con Escribano y, ambos han firmado una labor muy vistosa, destacando el par de Escribano que ha sido de una verdad aplastante. Labor muy valiente la del diestro granadino que, como pudo comprobar, con estos toros no caben las tonterías; se ha jugado la vida de forma limpia y honorada y, al respecto, nada que reprocharle, salvo el haber quitado un puesto de trabajo a otro hombre que le hace más falta que a él.

Ovación y vuelta al ruedo ha sido su balance final ya que, en su segundo, hasta le han pedido la oreja.

Yo creo que Manolo Escribano noes de este mundo y, si lo es, no puede ser un hombre de carne y hueso, tienen que ser un ser sobrenatural puesto que sus acciones así lo dictan. Que hace ocho días resultara cogido en Sevilla con una cornada de quince centímetros, con varias costillas rotas, con lesiones de otro nivel y, que en tan poco tiempo hoy le hayamos visto como si viniera de la playa, eso es increíble. No se le ha notado el menor gesto de dolor y ha tenido una capacidad  tremenda. Se ha ido en sus dos antagonistas a la puerta de chiqueros y, en el primero, el toro le ha arrancado el capote de cuajo y, una vez en sus manos, le ha dado unas verónicas muy emotivas. Ha compartido las banderillas con El Fandi y, una vez más, sus pares han sido de pura antología, con lo difícil que es banderillear a un Miura. Escribano ha firmado una faena llena de verdad, emotividad, firmeza, por momentos, hasta con algunos naturales bellísimos y, hablar de cosas bellas con los toros de Miura es siempre una quimera inalcanzable. Ha sido un toro importante que, sus grandes valores no eran otros que mostrar el gran peligro de sus pitones; es decir, nadie se ha quedado indiferente. La pena ha sido la estocada defectuosa que ha tenido que refrendar con un descabello. Tenía una oreja de muchísimo peso en su haber. En su segundo, uno de los dos toros más difíciles del festejo, era portador de ese peligro sordo del que antes mencionaba que, por momentos, nadie se percataba pero que, Escribano ha  pasado un rato horrible, sin que antes hubiese disfrutado pero, comparado el primero con el segundo, el abismo era muy grande porque, en su primer contrincante, todo el mundo palpó el peligro y, hasta la banda de música arrancó con el pasodoble para amenizar la emotiva faena de Manolo. Para su suerte, lo ha cazado de una estocada defectuosa y ha sido fuertemente ovacionado, sin olvidarnos que, tras romper el paseíllo, Sevilla en entera le ha dado una ovación de lujo en recuerdo de su faena frente al Victorino del pasado sábado.

El primero de Esaú Fernández ha sembrado el pánico en banderillas. Nada que ver con lo que han sido el juego de los toros con el caballo que han tenido una pelea admirable. La cuadrilla, con los rehiletes, ha pasado un trago tremendo. Más tarde, con la muleta, Esaú ha estado vibrante partiendo del enemigo que tenía enfrente. Varias series sin brillo, pero con una verdad que aplastaba, tras una buena estocada ha cortado una justísima oreja, nada que ver con la que ayer le regalaron a Aguado; lo digo porque mientras hoy Esaú se ha jugado la vida, ayer, Aguado, sostenía con su muleta a un toro medio muerto. Se segundo era otro toro complicado con el que solo cabía jugarse la vida a sabiendas de que, logro bellos cabían pocos. Lo ha matado de estocada y le han dado una fuerte ovación. Ya firmaríamos todas las corridas como la de hoy, aunque se llamasen Miura, pero no caerá esa breva.

Si hacemos un balance de la feria de Sevilla, ha ganado el toro por “goleada”. Han sido las ganaderías encastadas las que han emocionado, las que han propiciado la auténtica emoción. Santiago Domecq, El Parralejo, Victorino Martin, incluso Fermín Bohórquez y, en este caso, la de hoy de Miura. Esta es la auténtica verdad de lo sucedido, otra cosa muy distinta es que nos quieran hacer creer que un burro vuela. Volará para ellos, los comerciantes del negocio y sus adláteres que, muchos, matando toros aborregados se han hecho ricos y, Escribano, que yo sepa, el gran héroe de Sevilla, apenas tiene un contrato firmado en Madrid; y que siga dando gracias que el año pasado no le contrataron. Pero así funciona el sistema.