Retomando el hilo conductor de lo que ha sido su libro, PASABA POR ALLI, como antes le contaba, éste está lleno de anécdotas sabrosísimas, cientos o miles, como usted lo quiera definir pero, todas, sin distinción, son cautivadoras. Me conmovió que Alfonso Navalón rompiera una lanza por usted porque una crónica suya despertó las iras de todo el mundo, creo se titulaba, muchas orejas y pocos pitones, a lo que los taurinos del momento pedían su cabeza y, Navalón. ¿Qué sintió usted cuando el número uno de la crítica de España le defendió a capa y espada?

-Hombre, una satisfacción muy grande porque yo presumía de la amistad con Alfonso Navalón, un hombre con el que siempre me llevé muy bien por aquello del respeto que nos profesábamos. Navalón comprendió que pedían mi cabeza sin más delito de mi parte que haber contado la verdad y, como se demostró, tal como lo publico en el libro, se vació públicamente defendiendo mi persona, algo que siempre le agradecí.

-Y eso de que usted era karateca y que en un momento determinado tuvo que utilizar esa habilidad para dejar inmovilizado a un apoderado que quería pegarle. Usted jugaba con ventaja porque, de haberlo sabido, sus funciones como karateca, dicho apoderado no hubiera atentado contra usted porque salió perdiendo. ¿Quién era el individuo?

Fueron muchas las veces que atentaron contra mí, es decir, por no poder comprar mi voluntad querían destruir mi vida pero, ya viste, tantos años después nadie lo consiguió. No quiero nombrar el personaje porque el hombre está muerto y, como tal, debemos de dejarle en paz.

-¿Es cierto que cualquier tiempo pasado fue mejor?

Somos las personas las que cambiamos y pasamos y no el tiempo. Vemos la fiesta con otra perspectiva, otra mentalidad, otro estado familiar, social y económico. Con otra edad, otra salud, otras ilusiones y desengaños. Creo, sin pensar mucho por si me caigo, que todo lo pasado fue peor, aunque nos parezca lo contrario. En la España de los años treinta, cuarenta y cincuenta por buenas que fueran algunas cosas…Se dice: “Los toreros, futbolistas, pelotaris, segadores, profesores, críticos, cavadores de patata, empresarios, toros, cornudos, vagos, ciclistas…eran mejores antes ¡Como aquellos no ha vuelto a haber!

¡Como aquello no se ha visto”!
Escribió el competente “Tabaco y Oro”, no hace tanto: “En los toros, lo que es históricamente cierto y lo que es cuestión de fe tienen fronteras muy difusas”. Más que en ningún otro tema se escribe y habla cantidad de toros y toreros, que nadie de los vivos contempló, como si se hubiera asistido al evento destacado de su vida. 

-¿Cómo entiende usted que en Francia la fiesta de toros crece en cantidad y calidad y en España, donde nació, la estamos destruyendo?

En Francia, con dos siglos de revolución que se notan, se asocian, las entidades respetan decisiones y junto a los municipios influyen y deciden en gran parte de los carteles que se ofrecen. Al ganadero que se le demuestra que afeitó lo vetan para la siguiente temporada o quizás para varias. Se programa, en gran parte, a gusto del consumidor. En España es más libre el empresario siendo la mayoría de las plazas institucionales. Una paradoja. En Francia mantienen mucho la liturgia, leen, viajan, se documentan…Aquí creemos que nos han parido a todos entendidos y sabemos la tira. Y muchos de los que se llaman entendidos y hablan o escriben como tales, además de no saber cómo funciona un abrelatas lo más claro que tienen de la tauromaquia es que de cada diez personas que entran en una plaza la mitad son cinco.
También he de decir que en Francia no todo es modélico ¡Todo el mundo tiene el culo atrás!

Puesto que hemos hablado de Francia, señor Azofra, el pasado domingo pudimos ver en Mont de Marsán una auténtica corrida de toros, esencialmente la que soñamos todos los aficionados. ¿Por qué no se dan cita eventos como el descrito aquí en España?

Porque para infelicidad nuestra, según el sistema establecido, esas corridas tienen acogida en Francia en plazas de las llamadas toristas, que no son pocas. Luego, para que la desdicha sea todavía peor, en ese tipo de ganaderías no se anuncia ningún torero de cartel, lo que me hace sospechar, como las pruebas lo confirman, que con eso tres grandes toreros que hicieron el paseíllo con los toros de Pedraza de Yeltes, en España acudirían “cuatro gatos”, lo que viene a delatar que nos quejamos mucho, pero ayudamos muy poco. Si acaso, nos queda Azpeitia como el último gran “templo” del toro, y poco más.

-¿Cree que el mundo está tan mal por culpa de las fechorías de los malos como por el silencio cómplice de los buenos?

Al alimón andan. Son peores los tontos que los malos porque no descansan. Los supuestos buenos suelen ser cobardes más que buenos y al silencio suelen llamarle prudencia.

-Los toreros tienen miedo escénico a los empresarios. La gran mayoría ejercen de funcionarios. ¿Cómo entiende la actitud cobarde de ciertos toreros al saberse maltratados y callarse?

Cuando el torero es figura, y llena, manda en los empresarios. A veces de forma abusiva. El último ejemplo fue unos años de El Juli. Hoy ya no hay uno con esa fuerza despótica que también tuvo Jesulín en pleno furor. O Paco Ojeda, El Cordobés, más recientemente a José Tomás…por nombrar. Ponían firmes a los empresarios. Actualmente salvo Morante, Manzanares y El Juli, los demás están a sueldo base. Y callando. Debido al no ir, o no llevar gente a la plaza, al empresario le da igual poner a uno que a otro. Se los cambian entre ellos, cobran las comisiones y ya está. El torero que se ve sometido, puteado o no le contratan como él cree merecer, o se calla, como hacen todos, y se come algo o se subleva ya nunca más ve un pitón.


Si los toreros hablaran la verdad del trato discriminatorio, los cambios de cromos y los honorarios reales que reciben podrían arreglarse muchas cosas. Pero como no están seguros de sus cualidades, no confían en sus posibilidades, se callan, esperan aunque sea unas migajas y tragan
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-En su persona, señor Azofra, se dan cita innumerables facetas realmente emotivas. Entre ellas que un maestro inspirado en su apodo, “El Casta”, le escribiera un pasodoble; algo propio de toreros ¿Dónde radica su magia para lograr semejante detalle artístico y musical?

Lo de magia me suena a encanto o atractivo. Algo como fino y yo soy más bien rústico y rudo más que del otro aire. De modales poco amanerados. La cosa fue sencilla. Cada año programa el Club Taurino Logroñés un concierto de pasodobles. Hay un grupo de compositores riojanos importantes con obra taurina y ahí anduve para que los conciertos fueran totalmente con partituras de maestros nativos. No olvidemos que el inmortal Santiago Lope es riojano y por sí sólo ha compuesto para un concierto de pasodobles taurinos.


Uno de los artistas, Pérez Rioja, tenía una pieza y le caí bien por el entusiasmo que puse en el tema de lo riojano. Me dijo que la iba a titular con mi nombre porque no la tenía dedicada. Me daba como vergüenza, le insistí para que buscara titular de más categoría y no logré disuadirlo. El profesor Fernández Rojas, con libros didácticos en conservatorios, folklorista, profesor de guitarra en el conservatorio, trompetista, compositor de gran obra…me conoce desde niño travieso cuando iba por los pueblos en las fiestas con la orquesta familiar. Me dedicó otro pasodoble precioso: Pedro Mari Azofra “El Casta”.

Hubo tiempos que los conocidos y amigos sólo me conocían por el apodo. Son bienes recibidos sin dotación pero para mí valen millones. Fíjate si Pepe Fernández le echó corazón al tema que al poco le hicieron un trasplante y está muy bien ¡Me sentía un poco culpable! Hay cuatro compositores taurinos riojanos en “activo” y otros como Ábalos, Caballero, Arroyo…que dejaron obra musical importante.
De magia nada. Está uno en la pomada, alternas tomando vinos, llevas a los músicos a que vivan el campo de bravo y se acuerdan de uno en sus oraciones musicales cuando están en el paraíso de su creación. La dedicación no tiene mayor importancia sino la obra que es lo que queda.

-¿Cree usted que los sobornos a que someten a ciertos críticos vienen dados por las carencias que tienen en los medios donde trabajan o ello no tiene nada que ver con la honradez o desfachatez del individuo?

El que ha perdido la vergüenza y es un mangón, cuanto más tiene más quiere. Lo difícil serán los primeros pasos. Cuando se abre camino se supone que es más fácil. No se cansan y amontonan entradas, comidas y cuentan que dinero. Aunque su empresa les pague todo, también le pasan comidas que no hacen y otras trampas. Es la codicia. Yo conozco hasta los que han quitado dinero a otros compañeros con malas artes y con mentiras demostrables.

-¿Puede afectar a un torero su lugar de nacimiento? Se lo digo pensando, nada más y nada menos, en César Rincón.

Puede y afecta. En Madrid, Lisboa o Sevilla, con escuelas taurinas, plazas de toros, profesionales, ganaderías…puede salir un niño diciendo que quiere ser torero por algo que ha visto. A un chiquillo torear, reportaje de la escuela, entrenar en la Casa de Campo, un torero a hombros, toros en el campo, un vecino que es aficionado…Corridas televisadas…En Lérida, Lugo, Estambul, Ottawa y Moscú, sin nada de lo anterior, es difícil que nazcan toreros.
Rincón tenía antecedentes. Bogotá siempre fue taurina. Hubo escuela, toreros, novilleros, plaza…puede alguien querer ser torero y además Colombia tiene muchas plazas, ganaderías, ferias y toreros. Rincón pudo ver en carteles o televisión a Pepe Cáceres, Joselillo de Colombia, El Puno, El Cali y multitud de toreros…a los que quiso parecerse. Cuando se decidió tuvo a toreros retirados que le dirigieron sus primeros pasos.


Por otra parte si el lugar de nacimiento es la casa de un Notario o Registrador de la Propiedad, de un cirujano o catedrático…es más difícil que nazca un torero que en casa de otros dignos ciudadanos con otras actividades o ambientes. Aunque esto está cambiando.

-Hablando de toreros de nacimiento, ¿por qué el Norte aporta pocos toreros?

No sé. Creo que hubo menos necesidades que en otras regiones… Aunque Extremadura necesitó y tampoco dio muchos toreros, hasta la actualidad en que tenemos varios toreros importantes extremeños. No se crearon escuelas…En la posguerra hubo muchos aspirantes a toreros por el Norte que no cuajaron. Ha ido a menos. Pedrucho de Eibar hizo muchos toreros en Barcelona. En Zaragoza hay escuelas y salen toreros. En La Rioja hubo un cuarto de hora una escuela y salieron Carra, El Víctor, Pérez Vitoria, Diego Urdiales…En Donosita hay escuela y no salen, en Navarra también hay o hubo y sólo está Francisco Marco, ahora ya retirado y algún chaval que no destaca…No sé. En Valencia, Andalucía, Salamanca, Madrid, Alicante, hay escuelas y salen muchos chavales. Alguno llegará. Aquí, en La Rioja no hay nada que afecte en cuanto a formación a los nativos y se organizan bolsines y becerradas a donde llegan chavales de todas las escuelas de España. Las escuelas es hoy el camino. O el padre o familiar torero y con dinero que afronta una preparación, a modo de inversión, en privado. El ambiente influye. En La Rioja, actualmente, no hay detalle alguno que pueda indicar que salga un principiante a torero.

-Señor Azofra: nuestras páginas son como su casa. Disponga de ellas cuanto le plazca. Dígame cuanto quiera. Muchas gracias.

Resulta que ahora que puedo vivir con cualquier cosilla dispongo de muchas “casas”. Es como al rico y famoso que todos le hacen regalos por Navidad cuando le sobra todo. Cuando en sus principios estaba canino… ni una lata de anchoas ¡Es broma! ¿Y si adornara eso para que no sonara mal?, ¿o barnizara lo de más allá para que diera otra impresión?…”.


A estas alturas, y en la bajada del monte, me da igual. He dicho lo que me ha salido de forma espontánea y relajada y… a correr.


Lo único que puedo decir es que cuando podemos hablar de la fiesta un par de horas y podríamos seguir…la fiesta tiene algo para ilusionar.
Agradezco este rato que yo no hubiera sido capaz de hilvanar con un modesto taurino como yo. Lo agradezco y te animo a seguir. La fiesta no te lo va a pagar, ni el público lo lee o aprecia, pero algunos te lo reconocerán.  Que Tauro te lo pague, hermano, con una fiesta de toros mejor. Si no es posible, que se quede como está.

Pedro Mari Azofra, el que ha conocido a todos los personajes más relevantes de mundo de los toros, aquí le vemos junto a Rodolfo Rodríguez El Pana y el que fuera su apoderado, Pepe Ibáñez.

Pla Ventura