No encontramos palabras de agradecimiento hacia nuestro compañero Giovanni Tortosa en que, cada semana nos regala su arte mediante un lienzo admirable. De sus pinceles brota su creatividad, sencillamente, la que lleva tantos años cautivando por el mundo. Nosotros, como receptores de su arte no nos queda otra opción que admirarle porque, por el precio del amor, Tortosa, es capaz de extasiarnos semanalmente, un gozo de extrapolamos hacia nuestros lectores que, a no dudar, seguro que lo disfrutan tanto como nosotros.

Barruntamos, tras analizar su pintura que Giovanni Tortosa nos muestra a Manzanares pero, con ese atisbo de crítica que, sin mediar palabra, lo dice todo. Vemos al maestro Manzanares enfrentándose a un toro -por su pinta- de Albaserrada, algo nada habitual en la carrera del maestro pero que, según este lienzo admirable, igual el mismo no deja de ser un recordatorio para el maestro de Alicante para que comprenda que, además de los toros de la casa Domecq, todavía, para gozo de los aficionados quedan toros en las dehesas, justamente de los que emocionan a los aficionados.

Entendemos que, todavía está a tiempo Manzanares de dar una campanada de época y enfrentarse alguna vez en su vida a una corrida encastada como la antes comentada que, de haberlas haylas, es cuestión de buscarlas y, como digo, torearlas y matarlas.