La historia comienza a mediados de los años 30 cuando Juan Pedro Domecq Núñez de Villavicencio empezó a formar su ganadería al comprar la vacada y el hierro de Duque de Veragua, hierro que ha mantenido hasta la actualidad. Al ver el comportamiento de estos animales decide eliminar casi por completo está sangre, dejando únicamente un grupo muy reducido de vacas de excepcional nota. Empezando de nuevo su ganadería con animales de origen
Mora Figueroa y Conde de la Corte, ambas de origen Parladé.
Finalmente y debido al predominio de la sangre de Parladé, la sangre de veragua fue absorbida casi en su totalidad, siendo Teresa, la mujer de Juan Pedro, la que logró salvarla.
Teresa se había enamorado del singular y característico pelaje jabonero de aquellas vacas veragueñas y debido a su fascinación, Salvador Domecq, decido regalarle una becerra jabonera a Teresa. Aquella becerrica se llamaba «Gacetillera» aunque Teresa la rebautizó con el nombre de «Ilusión».
«Ilusión» se enfrentó a la prueba definitiva, la tienta, donde tendría que demostrar que no solo era una vaca bonita. Finalmente demostró tener un bravo comportamiento ganándose su sitio en la ganadería como futura madre de bravo.
Por aquel entonces Juan Pedro tenía un semental de nombre «Humorista» en el que tenía puesto muchas ilusiones así que decidió ponerlo con «Ilusión».
De este cruce nació un macho de nombre «Ilusión», al igual que la madre, herrado a fuego con el número 40 que presentaba un pelaje jabonero tirando hacia melocotón mezcla de ambos progenitores.
Teresa quedó prendada del precioso becerro desde el primer instante e insistió en tentarlo para que se quedará en la casa, y así fue.
En la tienta no decepcionó ganándose el privilegio de padrear en la ganadería. Con este indulto se escribía una nueva página en la historia de esta ganadería que llevaba por título, «Ilusión».
A partir de entonces los prados de «Lo Álvaro» empezaban a llenarse de una multitud de becerros y becerras de pelo jabonero, hasta tal punto que volvió a ser un pelaje bastante común. «Ilusión» murió en 2007 a la edad de 17 años pero su huella es imborrable.
A día de hoy podemos seguir disfrutando de su herencia ya que la mayoría de animales de pelo jabonero de esta ganadería y de todas las casas ganaderas que proceden de Juan Pedro Domecq, seguramente sean descendientes de «Ilusión».
Los jaboneros más famoso de Juan Pedro Domecq son «Ombú» N°33 e «Indispuesto» N°70, ambos astados de bravo comportamiento, apretando en el caballo.
«Emoción» N°178 lidiado en valencia 2014 para recortadores. Un jabonero de alegres arrancadas y ajustadas embestidas. Características que también tuvo aquel despampanante toro de Torrealta que respondía al nombre de «Gladiador» con el N°41, exhibido en Castellón. Con «Gladiador» cada recorte se convertía en una carrera para llegar a las tablas antes que el.
El responsable de los pelos jaboneros en Jandilla y Fuente Ymbro fue «Filigrana» N°55, semental de Jandilla descendiente de «Ilusión» e hijo del famoso semental de nombre «Ingresado» N°144.
Fuente Ymbro lidió un excelente toro de envidiable estampa de nombre «Señoría» N°159 en Bilbao, un toro complicado pero con mucha leña en su interior.
«Impedido» N°189 de la peña «la envestida» San Marcos 2013. Toro reseñado para Bilbao pero al final la báscula nos privó de poder verlo en la arena por «exceso de peso». Un toro de terrorífica presentación que finalmente se lidió en las calles de Arroyo del Ojanco. Encastado y bravo que no paró de embestir acabando incluso con el pitón partido tras dar varios sustos.
Años más tarde Arroyo del Ojanco volvió a exhibir un magnífico jaboneros de la mano de la peña «el Toril» de José Luis Marca con el N°15. Un toro que cautivó por su magnífica presentación y pasaría a la prosperidad por sus maravillosas arrancadas. En la casa de José Luis Marca los animales jaboneros son muy comunes y esto es debido a «Filigrana» madre de sementales e hija de «Ilusión».
En la finca de Garcisobaco, Santiago Domecq tiene reseñado para esta temporada un toro de nombre «Sosito» N°18 nieto por parte de madre de «Jumito» N° 50, hijo de aquel «Ilusión» N°40.
En la Palmosilla la historia cambia un poco, ya que la capa jabonera es algo muy difícil de ver en sus animales. Este pelaje viene dado por el toro «Osito» N°34, nieto de «Ilusión» y únicamente hay cuatro vacas de este pelo todas hijas de «Hornillera» N°240 o «Carbonera» N°237, ambas jaboneras.
Algarra es otra ganadería donde el pelo jaboneros se de rogar, en este caso únicamente lo presentan unas pocas vacas que curiosamente solo dan a luz a crías, también jaboneras.
Por Ana Mateo