Por Manolo Herrera
Se anunciaba para el domingo 26 de agosto de 1956, en la Plaza de toros de El Puerto de Santa María un encierro del Marqués de Domecq, y Miguel Báez «Litri» le concedía la borla de matador al jerezano Juan Antonio Romero. El maestro Antonio Ordóñez, que completaba el cartel, decidió dejar de ser mudo y pasivo testigo para integrase al ritual y la fotografía.
Hasta aquel momento, la alternativa era cosa de dos, y el padrino daba al neófito la espada, la muleta y la mano. Después de la actitud del maestro de Ronda, la situación se volvió a repetir el mismo año con los mismos protagonistas, es decir Litri y Ordóñez en las sucesivas alternativas de Jaime Ostos, Ramón Tirado y Antonio Borrero «Chamaco».
De esta manera se estableció primero la moda, después la costumbre y por fin la tradición. Por tanto, quede para la historia el 26 de agosto de 1.956, como punto de partida de los testigos de alternativas, y todo ello en el ruedo de El Puerto de Santa Maria.
¿LO SABÍA USTED? Perfecto. ¿NO LO SABÍA? Pues ya lo sabe.