Joaquim Manuel de Vasconcellos e Sa Grave  es uno de los referentes del campo bravo portugués, y porque no de la cabaña brava. Un ganadero romántico que tomó el testigo de llevar a la ganadería de Murteira Grave otra vez a las grandes ferias. Con una personalidad muy definida los toros de Murteira van conquistando, poco a poco, otra vez el circuito taurino.  “Cuando cogí la ganadería mi padre me dijo que buscara mi tipo de toro, intento buscar el toro bravo pero que tenga nobleza, no una nobleza que se asocie a la suavidad sino a la rectitud en el ataque, que el toro sea exigente con el torero, tampoco busco la bravura de que el toro se tire al cuello del matador, aunque la selección es muy difícil y cada día hay que mejorar alguna cosa”

Una temporada 2019 llena de triunfos importantes, en las dos corridas concursos de Zaragoza y Évora se alzó con el triunfo al mejor toro. En Azpeitia su corrida fue la triunfadora de la feria. En Burgo de Osma la terna entera, junto al mayoral salió a hombros. En la corrida concurso del mes de septiembre en Madrid lidió un toro muy interesante. En Lisboa lidió 3 toros que resultaron muy buenos e interesantes para los aficionados. Una temporada con triunfos importantes, en los que la bravura se hizo presente en muchas plazas para volver a conquistar al aficionado.

Para la temporada 2020 Murteira Grave tiene en su finca 32 cuatreños y 6 cinqueños, toros con mucho trapío, otros muy bien hechos, pero sobretodo predomina la variedad de capas. Los destinos marcados en rojo en el calendario son Azpeitia, Añover del Tajo, Évora, Santarém, y una corrida reservada para una plaza de primera categoría.

“Hoy en día ser ganadero, a veces, se hace muy difícil, pero lo vivo con mucha pasión»

Si el coronavirus lo permite, la camada de Murteira Grave volverá a pasear su bravura por el circuito Español, siendo necesaria su presencia para aportar ese toque de variedad, bravura y seriedad. Una de las ganaderías más míticas, que han dado triunfos a un dispar número de toreros, y que ha lidiado en Madrid la friolera suma de 337 toros, alzándose con el premio al toro más bravo de San isidro, y a la corrida más brava de la temporada «Venteña». Una ganadería que estuvo instalada en las grandes ferias españoles durante muchas temporadas, como Pamplona, Bilbao, y un largo etc. Muchos fueron los premios que se llevaron a la bravura, siempre considerando sus toros como bravos, con profundidad y emoción.

En el siglo XXI las grandes ferias se empezaron a olvidar de un clásico que llegó a ser fundamental en las últimas décadas del siglo XX. Una vida llena de triunfos que no tuvo en cuenta el sistema que  instauró las figuras y empresarios a principios de un siglo que cambiaría la tauromaquia a peor, y monopolizarían las ferias el arte en detrimento de la emoción e improvisación.

Con un trabajo concienzudo, este romántico y bohemio ganadero del campo bravo, vuelve asomarse al mercado español con grandísimos resultados.

Por Juanje Herrero

Fotografía Pelae Díaz