Javier Cortés volvió a emocionar a los aficionados ecuatorianos varios años después de triunfar en la plaza Raúl  Dávalos de Riobamba. Cortó una oreja a cada uno de sus toros, mientras que Rafaelillo cortó una y el ecuatoriano Julio Ricaurte dejó con las orejas al mejor toro se la corrida.

Rafaelillo volvió a mostrar su entrega torera curtida con las ganaderías más difíciles. Su primer toro de “Cotilleo» de Campo Bravo le permitió lucirse con el capote a la Verónica y llevando al animal con chicuelinas . El de Campo Bravo mostró fuerza y pelea en el peto. La faena empezó con doblones para que el animal pueda mejorar su embestida. El español lo toreó con fuerza llevando al toro largo por el pitón derecho con toques fuertes para que termine el embroque atrás de su cintura. Colocarse al pitón contrario le permitieron ligar tandas por el derecho, ante un animal que sin mucha transmisión tenía la cualidad de la fijeza. Fue una faena al estilo del murciano de dar pelea ante el animal. Su espada quedó tendida y cruzada. División de opiniones para el toro y silencio para el torero.

Cortés mostró que es un torero de arte y que es honesto de verdad, que da el pecho para citar a pitón contrario, y pasándose cerca al toro citando con los vuelos de la muleta y girando con suavidad la muñeca al final del muletazos. Su verónicas fueron el inicio de una gran obra ante un toro que peleó en el caballo metiendo la cabeza abajo y empujando con los riñones. En el quite se lo pasó tan cerca y quieto sin moverse. Brindó al público y empezó por la derecha ante un toro que tenía movilidad, por el izquierdo también realizó buenos naturales muy artísticos y largos, por qué el toro tenía más clase por ese pitón. Un volapie que terminó con una espada desprendida dejó la faena en una oreja.

Con el tercero el ecuatoriano Ricaurte se mostró nervioso, intentó ponerle oficio ante el tercero bis que sacó un poco de casta y que necesitaba una mano firme. El ecuatoriano pudo sacar en la segunda tanda por el derecho buenos muletazos y un pase de pecho, pero de ahí no mucho que decir pese a que se cruzaba y daba el pecho al momento de  citar e intentando templar la embestida un poco brusca del animal que por el izquierdo  no tenía nada. Se atascó con la espada y quedó en silencio.

Con el cuarto de la tarde Rafaelillo se puso de rodillas para recibirlo con largas cambiadas. Puso la emoción empezando su faena de rodillas. “LIMEÑO» fue otro toro con fijeza. En terrenos de cercanías citó al toro para que pase del embroque y llevarlo lo más lejos posible. Con el izquierdo el toro tenía más humillación , logrando así buenos naturales con el cuerpo erguido. Rafaelillo es de los toreros que ponen todo al frente de la cara del toro, de rodillas con molinetes incluso pasando un susto en la cara del toro. Cortó una oreja ante la labor llena de emoción.

Un castaño chorreando fue el quinto de la tarde, al que le cortó una oreja Javier Cortés. Le recibió con verónicas a pies juntos y de manos bajas. En el caballo también se emplel9y se le dio lo justo para que el toro no pierda esa movilidad. Empezó con pases por alto a pies juntos y viendo al tendido. Otra vez una labor de artista, de frente dando el pecho con la pierna hacia adelante y girando la muñeca con suavidad. Ligo pases por la derecha de buen trazo y por el izquierdo el toro no tenia mucho. El animal de manera extraña se paró y el torero tuvo que recurrir a las cercanías y llevarle largo con toques fuertes para terminar con manoletinas. U

El último de la noche fue el mejor toro de la corrida con movilidad y bravura, al que el ecuatoriano recibió de rodillas con largas cambiadas y verónicas  llenas de expresión y alegría que puso al público enardecido. Con la muleta pudo ligar tandas con mucho calado con el toro aje después de pelear con el caballo no perdió esas fuerzas y la movilidad (por suerte no se le pidió el indulto) pese a los buenos muletazos citando con los vuelos de la muleta hubo algunos enganchones.  En las tandas más que arte con fuerza y voluntad pudo pasárselo cerca con muy buenos pases de pecho . Con el descabello se le fueron las orejas.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros Raúl Dávalos – Riobamba – Ecuador

Corrida de toros

Toros de Campo Bravo y El Pinar de buena presentación y juego

Más de media entrada

Rafaelillo: silencio y oreja

Javier Cortés: oreja y oreja

Julio Ricaurte: silencio y ovación

 

Por Edwin Baño

Foto Andrea Grijalva