La corrida que en su día fue aplazada en Fregenal de la Sierra por las «inclemencias del tiempo» se celebró este sábado día de la Hispanidad, con 3/4 de plaza llenos y un ambiente de muchas ganas de ver toros.

Corrida bien presentada de Núñez de Tarifa donde algunos bajaban la presencia por poco perfil, pero con cuajo y hechuras que a nadie disgustó.

Corrida muy entretenida donde ( y mira que es difícil decir esto), todos los toros sirvieron para el triunfo.

Toros que les acondicionó el desembarque en la plaza por la mañana, porque de los 6, 4 de ellos nada más ver la puerta abierta por dónde salían los caballos de picar, no atendían a nada, solo a dicha puerta y a lo que por allí salía.

Poco se pudo ver en el tercio de varas.

En la muleta todos valieron para el triunfo, donde el 5 de la tarde se le pidió con muchísima fuerza el indulto.

Bien por el presidente que lo negó por las escasas instalaciones de la plaza.

El cual, nada más que cayó el toro de una estocada fulminante de Ginés, saco los cuatro pañuelos de golpe, dos orejas y rabo y el azul de vuelta al ruedo.

Tarde en la que Garrido con el lote «menos fácil» estuvo muy torero, sobre todo con su primero en el que dejó muy buenos pasajes de toreo del bueno.

Se quedó en una oreja tras estocada a la segunda y la gente que no se había enterado aún, de lo que ahí había pasado.

En su segundo, volvió a cortar otra oreja que le aseguraba la puerta grande con un muy bonito toro en el que desde el principio puso todo en el ruedo tirándose de rodillas y toreandolo con ese gusto que pone José con la capa.

El toro duró menos de lo que se esperaba y Garrido acortó distancias viendo la nobleza de su oponente.

Volvió a pinchar y se quedó en una oreja tras fuerte petición de la segunda.

Ginés Marín salió demostrando que no venía a Fregenal a «pasearse».

Muy seguro desde el principio bajando la mano con el capote hasta donde le daban los brazos, lo que fue la tónica de toda su tarde.

Un Ginés que le acompañó un gran lote con el que estuvo muy firme y fresco de ideas.

Dos grandes faenas donde desorejó al primero y cortó dos orejas y rabo al segundo.

Tarde rotunda de Ginés que puso a todo el mundo de acuerdo.

Juanito no se baja del tren y sigue puntuando.

Le tocó otro gran lote del buen encierro de Núñez de Tarifa, con el cual se chocó con un gran primero con el que no se llegó a acoplar.

Un toro para pegar un puñetazo en la mesa en una tarde de jóvenes y decir yo también quiero mandar en esto.

No se sintió nada agusto o al menos eso pude ver yo.

Un toro con una fijeza brutal y pronto a más no poder.

Juanito lo llevó a su terreno de cercanías y de espectacularidad. Esa variedad llegó al tendido y de una fulminante estocada le cortó las dos orejas.

En su segundo, el toro más rematado de la corrida, se vio un Juanito más serio.

Tras darle fiesta a su manera, le cortó otra oreja.

Destacar una tarde donde lucieron mucho y bien los hombres de plata, dejando grandes lidias y vistosos pares de banderillas.

También me gustaría nombrar la gran organización del festejo donde un pequeño detalle como repartir el programa de manos en una plaza de pueblo, le da la seriedad que requiere una tarde así.

Por Pelae Díaz