Les ha pasado que hay corridas en que de verdad, por más que intentan recordar algo inolvidable las musas se quedan dormidas.

Y es que, ante la mansedumbre y falta de fuerza del ganado de Villa Carmela lidiado en el coso capitalino, no quedan más que bosquejos en un cuaderno deshojado.

Disparejos en presentación fueron una vergüenza en varas. Prácticamente todos quedándose dormidos en el peto, sin la más mínima intención de defender su estirpe.

Recuerdo hace algunos años haber coincidido en un palco con el ganadero en cuestión, quien alardeaba pues en esa tarde de 6 toreros, 5 salieron heridos.

Pero eso, señor ganadero no era bravura, era genio, tan es así que casi 10 años después lo que tiene usted es una mansada, que en definitiva no es digna de esta plaza.

Hay muchos cuestionamientos acerca de la fiesta en México, y de si el público y las autoridades son benevolentes con los actuantes, hay muchas opiniones acerca de los toros chicos o de cuando algunas “figuras” vienen a llevarse la “pasta” y no a consolidarse. También se habla mucho del toro de carretilla, que como algún día declaró Enrique Ponce, “son toros de juguete”. Pues es un juguete que les ha hecho ganar tanto y los ha catapultado a alturas nunca pensadas.

La Plaza México es sin duda una de las más sensibles del mundo. Cuando la conjugación se realiza en perfecto matiz, esas oleadas de emoción hacen retumbar los centros, tal como nuestro himno canta. La entrega es total, y el estruendo no se hace esperar. Cuando un hombre se juega la vida en su ruedo, la México le paga de la manera más sublime y apasionada, como la amante perfecta, aquella que a partir de ese momento entrega su esencia, su cualidad y su alma.

Y a mí me cuesta entender que alguien que ha tenido tardes tan grandiosas en México como Alejandro Talavante, tenga que venir a nuestra plaza a querer mendigar una oreja.

Si, repito, las condiciones de los toros fueron desfavorables, pero de verdad, ¿Necesita casi pedir la oreja?

Señor mío, no estamos en un pueblo. Es la Monumental de Insurgentes a la que usted le debe el seguir viniendo a México, a cobrar y a divertirse en fiestas cantando con mariachi a viva voz.

Sobreponerse y lidiar con la mayor estética un toro sin cualidades no es más que parte de su profesión. Y si bien sus maneras son agradables a la vista, tampoco es que haya usted revolucionado el toreo. Y a pesar de esos buenos momentos. No creo que su categoría y la que debería usted darle a ese ruedo que para muchos es el templo más sagrado del país, merezcan su condescendencia para llevarse un apéndice vendido.

En su segundo simplemente aprovechó la mansedumbre para propinar un par de series en la puerta de toriles ayudando al marrajo a desahogarse en el sitio que se sentía tan cómodo. Mal con el acero y entre tibias palmas se retiró al callejón.

Hubo de pasaportar al tercero de la tarde tras el percance de Gutiérrez.

Octavio García “El Payo” hizo un esfuerzo por complacer al cónclave, solo que no había materia prima y sin duda tampoco los pinceles eran de kazán marrón, así que sus intentos para agradar en los tres toros quedaron en una simple intención. Quisiera decir algo positivo, pero poco quedó en mi retina.

Esbozos de una pintura de Monet pero que quedaron inconclusos. A veces no basta la pura intención. Ya lo había dejado claro el primer espada. Pero que pasa entonces con la sustancia.

El toro en México pasa por la peor crisis de su historia. Y los ganaderos siguen buscando la nobleza en sus pupilos. Están acabando con la raza. Es tan extraño poder hablar de un buen puyazo, más bien les ponen agujas acupunturales.

Pues ahí anduvo “El Payo”, tratando de integrar los elementos y no lo logró. De hecho, había por ahí algunos aficionados reclamando, por esa pieza del rompecabezas que nunca hemos podido completar con el queretano y la cantidad de oportunidades que ha recibido en su media profesión.

Héctor Gutiérrez salió a jugarse la vida, con una decisión de novillero, a sabiendas que era una de las más grandes tardes de su vida. Quizá por momentos un tanto atropellado por ese ímpetu de agradar a las masas que hoy hicieron una favorable entrada. Ha toreado poco y aun así no pensaba pasar de largo en esta importante ocasión, así que utilizó los recursos a su disponibilidad para tratar de motivar a los parroquianos que como todos los domingos esperan con ansias un triunfo.

Lamentablemente para el final de su faena, recibió una cornada que le tocó la femoral y pese a su decisión de matar al toro, las instrucciones médicas fueron el traslado inmediato al nosocomio, después de la estabilización en la enfermería. El sangrado era muy abundante y no pudo concluir con su actuación.

Esperemos que sea reconsiderado pues su motivación nos habla de afición y hambre de ser.

Como ya dijimos, la entrada fue menor a la media de la plaza.

Esperamos pronta recuperación para Héctor y solo pedirle a Talavante no mendigar los trofeos.

Quizá no sea comparable para muchos el hablar del nivel de Madrid o Sevilla, pero dudo que, en cualquier caso serio en el mundo entero, se atrevería siquiera a exigir una oreja en la capital española.

Por eso mismo pedimos respeto. Pese a muchas cosas, es la plaza más grande del mundo, la más importante de América y la más agradecida con quien se juega la vida en sus entrañas.

Anexo el parte médico

Durante la lidia del tercer toro, el matador Héctor Gutiérrez sufre herida por cuerno de toro en cara interna, tercio medio de muslo derecho con 2 trayectorias hacia arriba de 25 cm siguiendo sobre canal de Hunter. Lesionando músculo vasto medial y afluente de vena femoral superficial en su tercio medio. Respeta la vena y arteria femoral superficial disecándola en su trayecto.

La segunda trayectoria de 8 cm hacia abajo y adentró lesionando músculo vaso medial. Debridacion de bordes contundidos. Ligadura de las afluentes de las venas femorales causantes del sangrado.

Ampliación de la herida siguiendo la trayectoria ya explorada. Aseo abundante con pulso vac, cierre por planos y colocación de drenaje tipo biovac, sale con pulsos distales y buena coloración.

Dr. Alberto Galicia Sánchez Cirujano Vascular Dr. José Laguna Bárcenas Cirujano Vascular, Dr. Jorge Uribe Camacho, Traumatología y Ortopedia. Dr. Guillermo Brito Guraieb Anestesiólogo®

Alexa Castillo

Fotos Plaza México