En pleno parque nacional de la Camargue, en el sur de Francia, y muy cerca de Santa María de la Mar, se encuentra una de las ganaderías con más antigüedad de Francia. La ganadería de Freres Gallón –Hermanos Gallón-  lleva cerca de 70 años trabajando la bravura.

Fue en el año 1956 cuando el padre de los actuales propietarios emprendió la aventura del ganado bravo. Creando la ganadería Gallón. La selección en aquellos años era una mezcla de vacas de la tierra -Camarguesas- y sementales de origen Parlade. Algo totalmente diferente, que aunque algunos dudaron dio buen resultado hasta el año ‘92. El vacío sanitario por aquel entonces hizo estragos, y sus ilusiones de casi 40 años fueron a parar al matadero.

Sin tiempo para lamentarse, decidieron volver a invertir en vida y en bravura. Fue en Andalucía, en el año 1993 donde encontraron el tipo de toro que querían. Unas 135 hembras de la ganadería Hermanos Sampedro y varios sementales hicieron el viaje a Francia. En estos últimos años, han agregado dos sementales de El torero y El Tajo y La Reina.

En la actualidad, los hermanos Michel y Jean Pierre Gallón tienen cerca de 120 madres, con varios sementales. Una camada muy larga, 50 toros, y 55 utreros. El futuro aunque parece cada vez más optimista, tiene tintes inciertos.

Una ganadería, humilde y familiar, cercana, pero que está pasando uno de los peores momentos de su dilatada historia, como todos los ganaderos. “Es  un momento muy difícil, tenemos cerca de 50 toros”. Alguna fecha confirmada para dar salida algún toro, Istres, Beziers y Saint Martin de Crau. 3 fechas, 4 toros. Una crisis demasiado dura en el sector ganadero francés.

Michel, el ganadero de Gallón, nos habla desde la cercanía y la pasión por la ganadería “Ojalá salgan más fechas, espero que se puedan dar Bayona, Arles y Nimes”. Y añade “Tenemos muchos toros, y 55 utreros para el año que viene, una locura para el tiempo que corren”.

Este “impasse” ha puesto a trabajar la cabeza, y fortalecer las personalidades. En el banco de pruebas de la ganadería exigen un compromiso a sus toros de bravura, recorrido, codicia, transmisión y clase, condiciones innegociables para formar parte de la ganadería.

Por Juanje Herrero

Fotografía Melanie Huertas