Acaba el año y, como es natural y lógico, es la hora de la gratitud para todos los que de forma desinteresada y en la búsqueda de la verdad colaboran junto a nosotros. Como dice el refrán, uno no es ninguno. Es nuestro caso si no estuviésemos arropados por un gran elenco de hombres y mujeres que, motivamos todos por la misma causa, la que entendemos como la verdad, todos juntos le damos fuste a esta página que, como es lógico, trabajamos para los aficionados, al tiempo que buscamos justicia para los débiles y criticamos a los que gozando de todos los privilegios del mundo, todavía se quejan.
Tenemos la satisfacción de que, en pocos años nos hemos hecho nuestro hueco en el mercado de la información y, eso nos tiene satisfechos. ¿Pretensiones? ¡Ninguna! Sabemos que no arreglaremos el mundo, cosa por otra parte tan natural como lógica pero, a su vez, somos conscientes de que, si todos juntos, cada día concienciamos a una docena de aficionados que andaban despistados por el mundo de la información taurina, con ello habremos conseguido nuestro propósito.
A lo largo del año, como sucediera en los anteriores, nos llegan ecos bellísimos por parte de los aficionados que, ahítos de gozo nos animan para que sigamos por el sendero que un día ya lejano emprendimos. Así será, que no lo dude nadie y, la mejor forma de decirlo no es otra que contarlo. De igual modo, nos hemos encontrado con las voces discrepantes contra nuestra opinión, algo que agradecemos de igual modo porque no estamos en posesión de la verdad, algo que tampoco nunca pretendimos, de ahí el respeto que mostramos a cuantos nos censuran que, sin duda, tendrán sus motivos pero, para todos, el máximo respeto.
Nuestro gozo es inmenso porque, humildemente hemos de confesar que jamás otra página que tenido un elenco de personas de tanta altura cultural que, ello, al pensarlo, nos emociona. Y por ese sendero nos llega la felicidad porque, aquello de que otros trabajen junto a nosotros por el precio de la nada, digamos, gratis et amore, es la dicha más grande que pudiéramos soñar y, para colmo, se ha tornado realidad.
Ciertamente, con nuestra actitud, hemos comprendido que, la verdad sigue teniendo calado, nosotros somos la prueba; primero por los cientos de miles de lectores y, acto seguido por todas las personas que colaboran junto a nosotros, algo que, al pensarlo me emociona.
Un historiador y crítico de la talla de Pedro Mari Azofra es uno de nuestros puntales desde el primer día que aparecimos en el espacio cibernético. Azofra es un crítico veterano pero, con una cabeza tan clara como nítida; como yo digo, un sabio consagrado al mundo de la información taurina que, entre miles de crónicas, en su haber tiene más de treinta libros editados de todas las materias que queramos abordar.
De vez en cuando, José Luis Barrachina Susarte, un catedrático de las letras, la crítica y la información, nos obsequia con sus crónicas llenas de cultura y bellas lecciones. Giovanni Tortosa, un pintor de referencia, además de obsequiarnos con decenas de sus dibujos, a lo largo del año nos ha regalado ensayos hermosos. ¿Qué decir de Paco Cañamero? Otro lujo el que nos ha regalado la vida al tenerle entre nuestro elenco porque, Cañamero, como todo el mundo sabe, es el referente cultural taurino de Salamanca, un estandarte que hay que llevar como bastión de la cultura en la ciudad charra. Si no recuerdo mal, en su haber, más de treinta libros de distinta temática, a cada cual más bello, de la materia que queramos abordar; toros, biografías, novelas, ensayos; en el corazón de Paco Cañamero cabe todo, razón por la que le admiramos hasta lo infinito. Un torero, caso de Julián Maestro, es uno de nuestros grandes colaboradores el que nos cuenta sus vivencias durante toda su singladura taurina y, a su vez, hasta es capaz de contarnos todo tipo de vivencias.
Un filósofo finlandés que reside en España, enamorado de la fiesta taurina y de la cultura en su más amplia vertiente, ha tenido el gusto de juntarse a nosotros con la ilusión de mostrar su cultura que, en los tiempo que corremos donde todo es zafiedad y patrañas, que alguien como el señor Juha Karlsson se haya posicionado a nuestro lado es de un gozo inmenso. De igual modo, con su cámara, el maestro británico Andrew Moore nos ha brindado durante toda la temporada su magia al respecto de sus fotos, algo que nos llena de una gratitud inmensa. Y no podemos olvidarnos de don Juan Lamarca, ese catedrático de la cultura taurina que, en su blog, a diario nos reproduce nuestras humildes letras, es al caso de Luis Cuesta, el director del portal mexicano de sol y sombra el que, llegado el caso repara junto a nosotros. Igualmente, la señora Alexa Castillo nos mantiene informados de todos los avatares de México. Gratitud para todos porque, en casos como el nuestro, comprobar que el dinero no es ninguna virtud para nosotros, nuestra dicha es infinita.
Y como última adquisición, el destino nos ha obsequiado con la pluma de una mujer de un talante conmovedor, se llama Francisca García y, al descubrir a dicha señora no nos ha quedado otra opción que quitarnos el sombrero para echárselo a sus pies. Son ya varios artículos los que nos ha mostrado su cultura, su formación taurina pero, la conmoción nos llegó al saber de su vida, algo impensable para nosotros que, de la humildad siempre hicimos un modo de vida, no nos quedaba otra opción. La señora Francisca García, además de aficionada, ha escrito libros, toca el piano, es compositora y ha dirigido durante muchos años su propia compañía lírica, la que tuvo que clausurar por motivos lógicos de la pandemia que tanta cosa bella se llevó por delante. Como queda escrito, un prodigio de ser humano que, como se demostró, tras conocernos, no dudó un solo instante en formar parte de nuestro equipo.
Al respecto de cuantos colaboraron con nosotros he sido breve pero, todos, sin distinción, tienen biografía y cultura como para que les escribamos un libro.
Valga la acuarela de Giovanni Tortosa como ilustración a este ensayo que, su único valor no es otro que mostrar la gratitud que sentimos hacia todos los que creyeron en nuestro proyecto y, lo que es mejor, se unieron a nosotros para engrandecerlo. Como dije, muchas gracias a todos.