Astorga fue  un canto a la libertad… aunque los aficionados no acabaron de responder como cabia esperar. Si canal Toros hubiera retransmitido esta corrida hubiera visto el arte más puro de un torero madrileño. Uceda Leal está en uno de sus mejores momentos. Madurez y duende al servicio del aficionado.

Los toros de Olga Jiménez y García Jiménez, nobles y justos de fuerza. El quinto daba vergüenza ajena. Tendrá que seguir trabajando en la bravura.

Uceda dio una lección de poderío, pundonor, colocación, verdad y arte. Ya sonaba en el mundillo que daba gusto verlo en los tentaderos. Y los pronósticos se cumplieron.  El triunfador de la corrida. En el primero de su lote ya dejo muestras de su carisma. Tandas reunidas, remates románticos. Pero el cuarto toro de la tarde fue un recital, desde el capote y sus verónicas a pies juntos, hasta sus naturales como mandan los cánones. El aficionado hubiera salido toreando. El cañón que tiene la espada hizo el resto. Uceda esta preparado para entrar en el circuito de las grandes ferias. 3 orejas de ley.

Fandi tiene ganas, actitud y entrega, aunque le falta arte y  compás. Mucho toreo para la galería para rematar con circulares. En fin, su tauromaquia es así… y a estas alturas no va cambiar. Del quinto mejor no hablar.

Castella toreo a placer su primero. Con una verdad pasmosa. Ha olvidado el toreo 2.0, para inspirarse y beber de la fuente de la verdad y las femorales. Ajustó, cargó la suerte y disfrutó, pero lo que es mas importante nos hizo disfrutar a los allí presentes de un toreo diferente dentro de su variado repertorio. Sus 20 años nos dejan ver un estilo lleno de toreria.

Por Juanje Herrero